lunes, 22 de febrero de 2010

Trasvasamiento, organización y socialismo nacional


por Juán Perón


Hemos hablado de la necesidad de un trasvasamiento generacional. Ello emerge de la necesidad insoslayable de mantener el estado juvenil del Movimiento. Se trabaja normalmente para el futuro y ese futuro por fatalismo histórico y biológico, diremos aquí, corresponde a las generaciones jóvenes. Un movimiento que sea o que represente una revolución trascendente, difícilmente puede ser realizado por una generación sino por varias de ellas. La historia es bien clara en esto; la Revolución Francesa tuvo casi treinta años de preparación, a través de los enciclopedistas. Bien, ya treinta años es una generación, la Revolución Rusa tuvo como sesenta, el pobre Lenin fue el que preparó todo eso y no pudo alcanzar sino una pequeña parte de la Revolución y quedó marginado. ¿Por qué? Y, porque la generación que le sucedió lo reemplazó. Es indudable que esto da un derecho a la juventud, es el derecho de intervenir en el quehacer actual, preparando el cambio generacional. Si no los movimientos envejecen y mueren; lo que se trata es, precisamente, de hacer ese cambio generacional a fin de que se remoce el movimiento, se perfeccione y se adapte a las nuevas etapas. Las revoluciones cumplen normalmente cuatro etapas: la primera es la doctrinaria -son los enciclopedistas de los franceses y es Lenin en Rusia, en la Revolución Rusa-; la segunda etapa es normalmente la toma del poder, o el golpe de Estado -es Napoleón del 18 Brumario, y es Trotsky con los mil en Moscú-; la tercera etapa es, diremos, la etapa que da verdaderamente la ideología, que inculca eso -esa ideología-, es Napoleón en el Imperio y es Stalin en la Revolución Rusa. O sea la etapa dogmática, donde se mete el dogma, y la cuarta y definitiva es la institucionalización de la revolución, es la primera República Francesa después de la Revolución, y es Kruschev que anula el culto a la personalidad a fin de reemplazarlo por la institucionalización. Claro, cada una de estas etapas lleva un largo, un largo recorrido en la historia, y los mismos hombres difícilmente llegan. Entonces esa preparación, diremos así, para las nuevas generaciones es lo que hemos llamado nosotros el trasvasamiento. Es decir, que es necesario ir preparando los dirigentes, porque las masas evolucionan solas y cuando están imbuidas de una ideología y puestas en marcha por una doctrina, las masas continúan, pero los dirigentes son los que deben ir evolucionando en sí, y preparándose para nuevas circunstancias. Normalmente, las ideologías no cambian, sino en largos períodos de la historia. Ha habido ideologías para la Edad Media, ha habido para la etapa capitalista, hay ahora una para la etapa socialista, en fin, pero duran siglos las ideologías. En cambio las doctrinas -que son la forma de ejecución de esa ideología-, ésas varían con las circunstancias de la aplicación. A medida que se va aplicando esa ideología, las circunstancias, el tiempo, el espacio, en fin... cambian. A ese cambio es al que nosotros debemos ir acostumbrando a las nuevas generaciones. Esos dirigentes que se forman para las nuevas generaciones deben ir bien en claro, a través de una preparación humana acabada, que permita dar continuidad, es decir, que una generación pueda entregar sus banderas a la que sigue, para que ella las haga triunfar, aplicándolas de acuerdo con las circunstancias y el lugar en que eso ha de realizarse. Nuestras banderas de Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política son inamovibles, por lo menos por un largo período de nuestra historia serán inamovibles. Luchamos por eso, esas banderas son tomadas por las nuevas generaciones que las prolongan en el tiempo. El fenómeno peronista es una demostración de esto; nosotros hemos preparado bien a la juventud, a los chicos, desde la cuna, ya la mamá iba inculcándoles esto, la intervención de la mujer en la política y los derechos políticos de la mujer tienen su razón de ser revolucionaria. Es decir, que nosotros pusimos a la mujer... ¿por qué? Porque entre el nacimiento y entre los seis años se forma el subconsciente de los niños. Allí es donde hay que meterle el peronismo, ¡lógico!..., porque de eso no se independiza jamás. Es lo que me decían que le pasaba a Vallejos con su abuelita, ¡es lógico!...

Esta preparación ya viene desde la niñez, por ello algunos ni se imaginan y dicen: ¡Si éstos no lo han conocido a Perón! ¡Si han nacido después que el peronismo ya había caído en el ’55! Sí, bueno, pero nuestros enemigos se encargaron de hacernos buenos, como dice el famoso refrán español: "Detrás de mí vendrán los que buenos me harán". Y es, en realidad, lo que ha ocurrido; fenómeno que, si la juventud desde la niñez está preparada en eso, lo absorbe rápidamente y entonces se produce normalmente el cambio generacional. Porque esa juventud comienza a crear y realizar. En política -donde la conducción es un arte- se forma a los dirigentes de la juventud, los dirigentes de conducción y los dirigentes de encuadramiento, que es lo que necesita la masa para su conducción en la lucha táctica. Bueno, esa gente ya viene preparada, necesita un poco de conocimiento de la conducción y entonces se puede desempeñar y desenvolver bien. Los viejos deben arrimar su experiencia, porque ellos, por egoísmo, no le dan a la juventud esa experiencia, llega un momento en que biológicamente ellos desaparecen de viejos, se mueren, ¿y quién los reemplaza? De manera que su egoísmo es sumamente negativo para la acción de continuidad de una revolución.

Por eso en este momento los viejos tenemos que pasar esa experiencia a nuestros jóvenes, porque a ellos les va a servir. Porque cuando llegamos a viejos sabemos mucho, pero ya no nos sirve para nada, hay que pasárselo a los que le pueda servir. Entonces eso es el trasvasamiento generacional del que nosotros hablamos.

¿De esa manera sería continuar el proceso de conducción a través de...?


¡Natural!


El cambio generacional es prolongarse hacia el futuro


Es claro, y prolongarse hacia el futuro y proyectarse racionalmente, es decir, que esos jóvenes reciban una experiencia que ellos no tienen. Ellos siempre piensan y titubean por falta de experiencia, yo siempre les digo que le metan nomás, ¿por qué? Porque peor que nosotros, los viejos, no lo van a hacer. Vea el mundo que les dejamos. Por macanas que hagan, peor que lo que lo hemos hecho nosotros, peor no lo van a hacer. Entonces, eso hay que... hay que darle, es el "lanzio" -como dicen los italianos- a la juventud para que... vayan adelante, que hagan. Se van a equivocar, sí, bueno. Pero nosotros también nos hemos equivocado en muchas cosas, lo importante es que sepan bien donde hay que navegar. Siempre poner el punto hacia los grandes objetivos; si eso se hace, el futuro estará asegurado. El hecho de que en este momento el peronismo sea más fuerte que antes, está indicando que el Movimiento Peronista es un movimiento del futuro. Y es un movimiento del futuro porque hace veinticinco años, la primera generación, que ya en cierta medida ha sucumbido en un ochenta por ciento aún dentro del Movimiento, ha hecho su trabajo, pero hay otros que han recibido eso. Ustedes, la gente que está ahora, empuñando de a poco el bastón de mariscal que cada peronista lleva en su mochila.


La ofensiva antiimperialista

La liberación de los pueblos oprimidos


Entonces, lógicamente, ésa es la etapa que estamos viviendo. Naturalmente que el capitalismo con su... diremos, su fuerza; que es el liberalismo, está luchando para no ceder, como los señores feudales lucharon con la Revolución Francesa, también para no ceder. Pero indudablemente los acontecimientos históricos del mundo ya las han aceptado. Restan dos grandes focos de reacción (que en el fondo están totalmente de acuerdo...): uno el capitalismo yanqui y el otro el comunismo ruso.


El acuerdo de las superpotencias


...Yalta y Postdam fueron los instrumentos del acuerdo. Por eso es posible invadir Santo Domingo con veinte mil marines, con el OK ruso. Y poco después las fuerzas de Varsovia copan Checoslovaquia con el yanqui. ¿Están peleados?, quizás enfrentados ideológicamente, pero políticamente están perfectamente de acuerdo.


La "coexistencia pacífica"


Bueno, contra ese acuerdo es que el Tercer Mundo lucha. Nosotros hace veinticinco años en la Argentina dijimos las ventajas de una tercera posición, tan lejana de uno como de otro de los imperialistas. Esto lo dije yo en el año 1944, en Buenos Aires, y cayó aparentemente en el vacío, pero han pasado veinticinco años y hoy las dos terceras partes del mundo están en el Tercer Mundo. Y hoy todos los continentes comienzan a integrarse, pero comienzan a integrarse con comunidades, ya con profundas ideas sociales, si no son socialistas. Todo Medio Oriente es república socialista, el África, bueno...; ¿qué queda que no? Los imperialismos. Y el Tercer Mundo se está integrando y está más integrado de lo que muchos creen, indudablemente que ése es el mundo del porvenir, no es el otro mundo el del porvenir. Los imperialismos cumplen un fatalismo histórico una parábola: nacen, crecen, se desarrollan, envejecen, decaen y mueren.


Desarrollar la crítica y la autocrítica


En lo referente al asunto, de la crítica y de la autocrítica en el Movimiento, siempre ha sido una costumbre nuestra el sometemos a un análisis de los hechos que nos permiten apreciar y nos permiten aprender para ser más sabios en todas las ocasiones. Es indudable que la conducción tiene siempre sus riesgos, porque es necesario arriesgar para obtener los resultados apetecidos. Pero, en la conducción, todos los órganos de las distintas graduaciones tienen una misión, yo en ese aspecto tengo mi misión.

Mi misión, desgraciadamente, es la más ingrata del Movimiento, porque, indudablemente, mi misión está en mantener los principios de la doctrina, en mantener la unión de todos los peronistas, en tomar las resoluciones estratégicas, y cuarto: en revisar las resoluciones tácticas que puedan tener alguna implicancia en el aspecto estratégico. Esas son las cuatro misiones, y yo, cuando analizo una situación de cualquier naturaleza, bueno... yo tengo que resumir toda mi acción a cumplir esa misión que tengo, y si cada peronista hiciese lo mismo en todos los cargos que desempeña, muy bien, entonces no podría haber errores, porque cada uno cumpliría su misión como corresponde. Yo siempre he mencionado esto. A veces llega gente que, en fin, le es a uno desagradable, como todas las cosas en la vida, pero mi misión..., bueno, mi misión es aceptarlo, recibirlo y aun cuando muchas veces ni lo recibiría, o tendría ganas de darle un puntapié, tengo que darle un abrazo. Esas son experiencias de la conducción política, a las que el que está obligado a hacerlo y a cumplir su misión, tiene que cumplirlas.

Bien, en este sentido, nosotros no hemos tenido nunca problemas en la conducción estratégica, en lo referente a la masa. Todos los problemas están en el horizonte directivo, la masa es inconmovible, firme, ha asimilado la doctrina, la vive, la siente, es decir, no solamente conoce nuestra doctrina, sino que la tiene inculcada en sí, la siente y la conoce. Bien, los dirigentes también, quizás mejor que ellos, pero en el horizonte directivo siempre hay intereses y facciones, hay grupos, intereses de grupos, intereses personales, que llevan a enfrentamientos y luchas.


Hagamos crítica, pero primero autocrítica; crítica interna con sentido político


Mi tarea es la de llamarlos a todos, reconvenirlos algunas veces y largarlos de aquí amigos, a que vayan a trabajar en las mejores condiciones. Indudablemente que esa tarea es una tarea que desgasta mucho y que ha de aprovecharse para hacer la crítica y hacer, muchas veces, la autocrítica, porque el que tiene que resolver está siempre expuesto a cometer errores. Yo reconozco que en la conducción estratégica he cometido algunos errores, errores que generalmente han sido porque me he apartado un poco de la misión, lo que quiero decir es que cuando uno cumple una misión racionalmente es difícil que se equivoque. Pero, indudablemente, la conducción es un acto humano, y el hombre está expuesto a desviaciones de una u otra naturaleza. Sin embargo, yo tengo que confesar con toda franqueza, que a pesar de todos los inconvenientes presentados durante la marcha de la conducción política, he contado siempre con un apoyo suficiente y una comprensión amplia por parte de los dirigentes de la conducción política y de la conducción sindical. Ello me ha permitido llegar a esta altura de los acontecimientos con una organización que si no es perfecta, es buena, porque en el aspecto de la organización, muchas veces lo mejor suele ser enemigo de lo bueno.


Unidad y organización con crítica y autocrítica


Por otra parte, ambicionar una organización perfecta en la conducción política es una cosa muy difícil; en política rara vez existe el orden, a lo que hay que acostumbrarse, en consecuencia, es a aprender a manejar también el desorden. En política es consustancial el desorden con la actividad política; en consecuencia, el conductor que quiera meterse en eso tiene que acostumbrarse a manejar el desorden.


Los que colaboran con el enemigo


General, usted ha hablado, muchas veces, de aquellos dirigentes políticos o sindicales que merodean el poder. ¿El Movimiento autoriza a colaborar, por ejemplo, con el gobierno actual No, nosotros en el orden personal, nosotros no podemos impedirle a ningún peronista que quiera ir, pero nosotros no estamos con ese peronista. Ese peronista es un desertor para nosotros. Si va a colaborar con el enemigo, es un desertor, entonces no sólo no lo apoyamos, sino que los hemos expulsado del Movimiento a la mayor parte de ellos.


La organización revolucionaria


El enemigo especula con la posibilidad de integrar al peronismo, pero castrado revolucionariamente. Es decir un peronismo sin Perón. El enemigo, pues, especula con la desaparición política o física de Perón. Entonces, ¿qué medidas previsoras usted puede aconsejar para que la segunda etapa de la revolución justicialista, como usted denomina la de la toma del poder, pueda llevarse adelante aun en el caso límite de no contar con su conducción? Usted ha hablado de la necesidad de construir una organización revolucionaria, que pueda sustituir colectivamente y en el futuro a la actual conducción, ¿nos puede explicitar sus ideas al respecto?

Muy bien, desde que 1955 nosotros caímos del gobierno, yo me he preocupado de ir conformando una organización, lo cual es difícil. Los grandes movimientos son gregarios, van detrás de un realizador y contando con cien mil predicadores, así se ponen en marcha los movimientos revolucionarios. Nosotros lo hicimos así. Ahora, una vez que se ha conformado ya un movimiento con un líder al frente, no es tan fácil transformarlo en una organización, porque, en general, la gente se resiste a eso. Pero hay que tener en cuenta que el hombre no vence al tiempo, lo único que puede vencer al tiempo es la organización, entonces yo me he preocupado de ir formando, por simbiosis, la organización, y los grupos que desean seguir en el movimiento gregario puedan, por simbiosis, unirse y llegar a elegir en el momento oportuno, cuando desaparezca su forma de conducción. Porque eso lo tiene que elegir el propio Movimiento. Si aparece un hombre que me pueda reemplazar a mí no habrá problemas, si no aparece ese hombre es indispensable reemplazarlo con una organización. Una organización revolucionaria que permita al Movimiento, a través de organismos, ir conformando y cumpliendo los objetivos que nosotros hemos venido señalando desde hace muchos años, más los nuevos objetivos que las circunstancias nuevas vayan produciendo. Esa organización, en fin... hemos tratado de alcanzarla, y creo que hasta este momento tenemos una organización. Por lo pronto no hay en el país ninguna fuerza política que tenga la organización que nosotros tenemos. No hay ni una fuerza y, sobre todo, no hay ninguna fuerza que pueda compulsar, por sí, un poder mayor, por unidad, por solidaridad, por cohesión, por unidad de doctrina. Detrás de una doctrina es que van los hombres organizados desorganizadamente. Nosotros, en ese sentido, estamos en un punto medio, en parte organizados, en parte todavía inorgánicos, porque hay grandes sectores que se van incorporando durante la marcha a esta lucha que nosotros venimos sosteniendo. Estamos en un momento en que estamos a caballo de dos generaciones. Una generación, que es la nuestra, que ha hecho todo lo que ha podido, bien o mal, pero lo ha hecho hasta ahora y ha cumplido una etapa en esa revolución, que podemos decir es la etapa doctrinaria de la revolución. Ahora viene la toma del poder, la etapa gregaria, y luego vendrá la institucional. Todo ese proceso ha de realizarse en base a las nuevas generaciones. Hay una nueva generación que está esperando y, por eso, yo vengo hablando de la necesidad del trasvasamiento generacional, junto con la organización debe venir un cambio, porque si no el Movimiento envejecerá y terminará por morir como todo lo viejo. Entonces, para evitar ese proceso, está el camino orgánico y el camino de remozamiento del Movimiento, por cambio generacional, la gente joven tomará ahora nuestras banderas y las llevará al triunfo. ¿En qué forma las llevará? No podemos predecir eso, porque si hoy aparece un hombre que pueda catalizar la voluntad de todo el Movimiento Peronista, será ese hombre, a la cabeza de ese movimiento, el que lo llevará. Si no tenemos la suerte de que aparezca un hombre esclarecido que pueda provocar en el campo táctico esa lucha que es indispensable para triunfar, no habrá más remedio que recurrir a la organización. Por eso la previsión está en esto: organicémonos, marchemos organizadamente, si aparece ese hombre, bendito sea y bienvenido.


La conducción colectiva de la organización revolucionaria


¿Pero estaría reñida la figura de un nuevo conductor, con el proyecto de una organización revolucionaria?

No, siempre, en todos los casos, el hombre que dirige o conduce una revolución necesita de la organización. De manera que no puede estar reñido lo uno con lo otro. La organización puede, en caso necesario, reemplazar la carencia de un conductor y eso es lo que nosotros debemos perseguir, es decir, buscar la forma de vencer al tiempo, Hay ejemplos en la historia, por ejemplo, el ejército de Napoleón, que era formidable, desaparece con Napoleón, ¿Por qué? Porque no tenían la organización necesaria, Nosotros debemos formar una organización necesaria. Nosotros debemos formar una organización que pueda vencer al tiempo, es decir, desaparecida la conducción mía, que aparezca otra conducción, puede ser un hombre o puede ser una organización.

¿Pero la organización siempre sería...?

¡Ah!, es indispensable, ¡es indispensable!

General, usted liga el proyecto orgánico al trasvasamiento generacional, ¿también está ligado en la etapa ésta que usted denomina socialista a la reactualización doctrinaria?

¡Natural! ¡Natural!, eso es consustancial. Así como la organización se articula en el espacio, toda la lucha se articula también en el tiempo, Hay cosas que son permanentes, como es una ideología. Nosotros tenemos una ideología ya fijada y, por lo menos, por mucho tiempo, por mucho tiempo, eso será una cosa inamovible, Arriar las banderas de justicia social, de independencia económica y de soberanía política, eso es muy difícil porque son cosas permanentes, En cambio, la doctrina, que son las formas de ejecución de la ideología, esas varían de acuerdo a las circunstancias, evolucionan con la evolución. El cambio generacional va buscando remozar en el tiempo esas formas de ejecución, Lo que hace veinticinco años nosotros hicimos de una manera, puede ser que en este momento esa manera no sea la apropiada para realizarla. Entonces las nuevas formas de ejecución, que nacen con la nueva generación, y las nuevas circunstancias, son las que hay que poner en marcha a través de ese remozamiento permanente en el Movimiento, para que el Movimiento no envejezca.

Es decir, el proyecto orgánico estaría ligado al trasvasamiento generacional y a la reactualización doctrinaria.


Construir la organización. Sólo la organización puede vencer al tiempo


¡Natural! ¡Natural! Y eso es lo que nosotros debemos perseguir, es decir, buscar la forma de vencer al tiempo. Reemplazarlo con una organización. Una organización revolucionaria que permita al movimiento, a través de organismos, ir conformando y cumpliendo los objetivos que nosotros hemos venido indicando hace muchos años, más los nuevos objetivos, que las circunstancias nuevas vayan produciendo.


El socialismo nacional


General, hoy el justicialismo explicita que su objetivo en el gobierno es realizar el socialismo nacional. Como la palabra socialista ha sido usada también para denominar proyectos antirrevolucionarios o reformistas, o socialdemócratas, como los europeos, e incluso social-imperialistas, ¿qué sería para nosotros el justicialismo?

Bien, efectivamente, la determinación del término socialista, hoy en el mundo es muy difícil, porque toma una enorme gama de extensión, que va desde, diremos, un movimiento internacional dogmático, hasta una abiertamente, democrática. Dentro de eso hay miles de gradaciones, y uno lo puede observar en los cinco continentes los distintos sistemas, todos basados en un socialismo. Ahora, existen las monarquías gobiernos socialistas, existen los movimientos marxistas, también socialistas. Entre la extrema izquierda y la extrema derecha, se escalonan todos los socialismos habidos y por haber. Nuestro Movimiento, en ese sentido, es mucho más simple, es indudablemente de base socialista. ¿Por qué? Porque pivotea sobre la justicia social, que es la base de toda nuestra promoción revolucionaria. El socialismo nuestro puede caracterizarse así: en estos dos siglos, como ya he dicho anteriormente, se ha producido un avance extraordinario que supera a los diez siglos precedentes. Esto ha estado en la máquina, la empresa, la ciencia, la técnica y el hombre.

¿El capitalismo?

Es el capitalismo nacido en la Revolución Francesa, que en estos dos siglos desde la Revolución Francesa hasta ahora, ha hecho un sistema que, no podemos negar, ha hecho avanzar al mundo de una manera extraordinaria. Especialmente en el aspecto científico y técnico. Pero los pueblos con esos medios técnicos se han esclarecido por la facilidad de la dispersión de las noticias, del conocimiento, y estos pueblos se dan cuenta de que se ha avanzado, estos dos siglos, extraordinariamente, pero a costa de un tremendo sacrificio de los pueblos. Entonces los pueblos piensan hoy, ese mismo avance podrá ser más lento quizá, pero se puede hacer sin necesidad de sacrificar a los pueblos. El justicialismo lo que anhela es eso, seguir luchando por un progreso, quizá no tan rápido como han sido estos dos siglos, pero sí más justo.

Es decir, sin que el sacrificio gravite tremendamente sobre la espalda de los pueblos, como ha estado gravitando hasta ahora a través del sistema: capitalista. El sistema capitalista, bueno... pero es que entre el socialismo internacional dogmático y el capitalismo la diferencia no es tan notable, porque uno es un capitalismo de Estado y el Otro, es un capitalismo individualista. Los dos someten, uno intensifica al hombre, e indudablemente el progreso es extraordinario porque es una colmena en acción; el otro es un capitalismo individualista. Los dos someten, y obtienen también grandes resultados. Pero los dos, en mi concepto, son en base al sacrificio de los pueblos.


Reemplazar el sacrificio por el esfuerzo


Nosotros queremos que ese sacrificio desaparezca y que se realice el mismo trabajo sin sacrificio, sólo con esfuerzo. Eso es el justicialismo. Ahora que es socialista, natural que es socialista, porque busca esas formas de convivencia con el gran acento en el aspecto social. Es decir, que el hombre sea de la comunidad, pero la comunidad también sea del hombre. Es decir, para nosotros el gobierno justicialista es aquél que sirve al pueblo, que no sirve otro interés que el del pueblo y hace lo que el pueblo quiere. Y dentro de esas formas, él va luchando por la grandeza de la comunidad en que vive. Congeniar lo individual con lo colectivo es el proyecto revolucionario nuestro, y el hacerlo es una de las formas del socialismo.


Un socialismo argentino para argentinos


Y al mismo tiempo, ¿esto sería el proyecto socialista del justicialismo, un socialismo argentino para los argentinos, autónomo, general?

Natural, porque cada comunidad tiene su propia idiosincrasia y sus propios valores intrínsecos, que es necesario respetar. No son iguales dos comunidades, son las características distintas en las que influye hasta la situación geográfica, absoluta, la situación geográfica relativa, la raza, en fin, un sinnúmero de circunstancias que gravitan sobre la formación de esa comunidad. Entonces...


Un socialismo nacional creado desde el pensar y el sentir del pueblo


...un socialismo justo, como el que aspira el justicialismo, y por eso se llama justicialismo, ha de ser aquél donde la comunidad se realice de acuerdo a sus condiciones intrínsecas.

Es que no se puede importar nada de afuera. ¿Por qué? Porque no se pueden asimilar los métodos de una comunidad diferente. Es decir, no es cuestión de adoptar, sino en algunas circunstancias adoptar, y en otras de crear. Porque la suprema condición del arte de conducir a los pueblos es precisamente la creación. Y para crear hay que someterse a las circunstancias naturales del hecho que uno pretende crear. Y en esto eso es una condición fundamental, si se hace un movimiento socialista en la Argentina, ha de ser un movimiento hecho por los argentinos para los argentinos. ¿Por qué? Porque no se puede hacer un socialismo igual para un "mujik" de la zona asiática que para un hombre en la pampa argentina. Los dos son campesinos, pero son diametralmente opuestos en todas sus manifestaciones anímicas y físicas. Y el medio es también diferente y la actividad es también distinta. En consecuencia, lo que queremos es una cosa para ese argentino, realizada por los argentinos. Y si en eso es necesario sacrificar algunas cosas, será necesario sacrificarlas. Para gozar de algunas es necesario sacrificar otras. Ese es el proceso de pesos y contrapesos que en toda comunidad establece el verdadero equilibrio de realizaciones. Eso es lo que nosotros aspiramos hacer con el justicialismo.


Terminar con la explotación capitalista


Usted ha escrito, general, que ha terminado en el mundo el reinado de la burguesía y que comienza el reinado de los pueblos, es decir, ¿comienza la etapa en el mundo en que termina esa expropiación capitalista de la burguesía?

¡Natural! Y es por la circunstancia que ya expliqué hace pocos momentos. El mundo ha cambiado, no es una imposición argentina, ésa es una imposición del mundo. El mundo que va en una evolución con los pueblos que ya están esclarecidos, y en consecuencia...


Los pueblos rechazan el "desarrollismo", el neocapitalismo y los demás proyectos imperialistas


...pueblos que se niegan a seguir un proceso de sacrificio cuando eso se puede reemplazar con un simple esfuerzo, que hasta puede ser agradable, el sacrificio no es agradable para nadie.

En consecuencia ésa es una aspiración del justicialismo: la dignificación del hombre, la dignificación del trabajo, a través del cual se puede crear y se puede construir. Pero para que se realice, no es necesario que tenga un policía atrás con un fusil, ni que esté el patrón con un garrote insultándole mientras realiza su trabajo. Es decir, que en condiciones dignas un hombre se desarrolla, se realiza a sí mismo.

Dueño de su trabajo y de su bienestar...

Exacto... Para sumar un bien a esa comunidad. Lo que no es aceptable es que en una comunidad puedan existir tipos que no producen ni siquiera lo que consumen. Porque una comunidad donde abundan los que consumen y no producen, es una comunidad que no va a ninguna parte. Ahora, para producir, al hombre hay que darle las condiciones de dignidad, de felicidad y de tranquilidad, para que pueda producir sin sacrificios, eso es lo que nosotros queremos...


Nuestro proyecto es liberar al hombre


¿El socialismo nacional, el justicialismo, se plantea como objetivo estratégico liberar al hombre de todas las formas de opresión, para llegar a ese hombre comunitario y solidario de que usted hablaba, de la comunidad organizada?

Naturalmente. La única manera conocida para terminar con el antagonismo entre hombre y la comunidad, seria indudablemente desmontar un poco el egoísmo. Y eso nosotros lo decimos precisamente en nuestra ideología. Que el hombre termine un proceso de explotación de su egoísmo, sacrificando gran parte de él en beneficio de la comunidad. Solamente así se puede arribar a una comunidad organizada.

El individualismo es la escuela nefasta y negativa de ganar haciendo mal a los demás en vez de ganar siendo más capaz y más moral que los otros. Ese es el espíritu maldito del individualismo, carente de sentido social y de sentido político, que no sólo ha hecho de cada hombre un lobo, sino que ha hecho lanzar a unas naciones contra otras.

Y el hombre podrá independizarse, solamente, en una comunidad organizada. Donde cada uno haga lo suyo, realizándose dentro de una comunidad que también se realiza.

Ya que es muy difícil que un hombre pueda realizarse en una comunidad que no se realiza, la comunidad organizada tiende hacia ese fin y, por eso, nosotros, a nuestro proceso ideológico enunciado, lo hemos llamado la comunidad organizada. Porque es la comunidad organizada, precisamente, aquélla donde el hombre puede realizarse mientras se realizan todos los hombres de esa comunidad en conjunto.


La comunidad organizada será la creación colectiva y consciente de todo el pueblo


La comunidad organizada es el punto de partida, diremos así, del justicialismo. Y es también el punto de arribo del justicialismo.


Saludo final


Finalmente, aprovechando que esta película va a ser pasada a todos los compañeros, yo deseo hacerles llegar a todos los peronistas un saludo muy afectuoso. De la misma manera, dedicar un recuerdo triste a todos nuestros compañeros que han caído en la lucha. Ellos nos fijan un mandato para nuestra actitud y nuestra conducta en el futuro. Y deseo que a todos los deudos de esos muertos les llegue la seguridad de que nosotros hemos de tratar, en el futuro, de honrarlos, en toda la lucha que vamos a realizar. De la misma manera, quiero hacer llegar mi recuerdo emocionado a todos los compañeros que actualmente están en la cárcel. Nosotros sabemos perfectamente que en el ejercicio de la ciudadanía, la cárcel suele honrar a muchos ciudadanos cuando éstos, también, han sabido ennoblecer la función de tales. Por eso, yo le sugiero hacer llegar a todos esos muchachos nuestra solidaridad más absoluta, junto con un saludo muy afectuoso. De la misma manera existe una cantidad de argentinos que han sido torturados. Para ellos también nuestro recuerdo agradecido, porque sabemos perfectamente bien que con su actitud valiente frente a los sicarios de la policía y de los organismos que se dedican a torturar a los ciudadanos, han tenido una conducta que los honra y que les hace llegar nuestro reconocimiento más profundo. En síntesis, quiero hacerles llegar a todos los compañeros peronistas, un saludo caracterizado por un abrazo muy fuerte sobre nuestro corazón. De la misma manera, a todos los argentinos que, aun sin ser peronistas, están luchando por la misma causa por que estamos luchando nosotros.

Nuestra solidaridad no ha sido jamás ni sectaria ni excluyente. Para nosotros, todos los que luchan contra los enemigos de nuestro país son nuestros amigos y, en el carácter de tales, les hago llegar mi saludo emocionado y cariñoso.

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