sábado, 13 de febrero de 2010

¿QUÉ ES EL A.P.R.A.?


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por Haya de la Torre


La lucha organizada en América Latina contra el imperialismo yanqui, por medio de un frente unido internacional de trabajadores manuales e intelectuales con un programa de acción común, eso es el A.P.R.A., las cuatro letras iniciales de las siguientes palabras: Alianza Popular Revolucionaria Americana.

Su programa

El programa de acción internacional del A.P.R.A. consta de cinco puntos generales que sirven de base para las secciones nacionales:
(1) Acción de los países de América Latina contra el imperialismo yanqui.
(2) La unidad política de América Latina.
(3) La nacionalización de la tierra y la industria.
(4) La internacionalización del Canal de Panamá.
(5) La solidaridad de todos los pueblos y clases oprimidas del mundo.

Su organización

El A.P.R.A. es una organización joven formada por los jóvenes de la nueva generación de trabajadores manuales e intelectuales de América Latina. Fue fundada en 1924 y ha organizado secciones en varios países de América Latina y también en Europa, donde la cantidad de estudiantes antimperialistas latinoamericanos es bastante numerosa. En el presente instante las principales secciones del A.P.R.A. están trabajando en México, Buenos Aires, América Central, París y otros lugares en los que por razones políticas la acción de estas secciones no se permite públicamente. Un Comité Ejecutivo Central dirige la acción de todas las secciones.

El frente unido

El A.P.R.A. organiza el gran frente unido antimperialista latinoamericano y trabaja para incluir en sus filas a todos aquellos que, de una manera u otra, han luchado o están aún luchando contra el peligro norteamericano en América Latina. Hasta 1923 este peligro fue interpretado como una posible lucha de razas –las razas sajona y latina– como un “conflicto de culturas” o como una cuestión de nacionalismo. De las Universidades Populares “González Prada” del Perú ha surgido una nueva concepción del problema: la concepción económica. En 1924 se formó en México la Primera Liga Antimperialista Panamericana y también la Unión Latinoamericana en Buenos Aires. Las Ligas Antimperialistas fueron el primer intento del frente unido internacional de trabajadores, campesinos y estudiantes contra el imperialismo yanqui. La Unión Latinoamericana se fundó como el Frente Único antimperialista de los intelectuales. En realidad, las Ligas Antimperialistas no tienen programa político fijo sino sólo uno de resistencia al imperialismo, y la Unión Latinoamericana cumple simplemente actividad intelectual. El A.P.R.A. se fundó en 1924, con un programa de acción política y revolucionaria e invita a todas las fuerzas dispersas a integrarse en un gran frente único.

La lucha de clases contra el imperialismo

La historia de las relaciones políticas y económicas entre América Latina y los Estados Unidos, especialmente la experiencia de la Revolución Mexicana, conduce a las siguientes conclusiones:
(1) Las clases gobernantes de los países latinoamericanos −terratenientes, clase media o comerciantes− son aliadas del imperialismo norteamericano.
(2) Estas clases detentan el poder político en nuestros países a cambio de una política de concesiones, empréstitos y grandes operaciones que ellos −los capitalistas, latifundistas o comerciantes y los políticos de las clases dominantes latinoamericanas− comparten con el imperialismo.
(3) Como un resultado de esta alianza, los recursos naturales que constituyen las riquezas de nuestros países son hipotecados o vendidos, y las clases trabajadoras y agrícolas son sometidas a la más brutal servidumbre. Repetidamente, esta alianza produce eventos políticos que resultan en la pérdida de la soberanía nacional; Panamá, Nicaragua, Cuba, Santo Domingo, son verdaderos protectorados de los Estados Unidos.

La lucha internacional contra el imperialismo

Como el problema es común a todos los países latinoamericanos en los que las clases dominantes son aliadas del imperialismo y explotan unidas a las clases trabajadoras, no se trata de una cuestión aislada o nacional, sino que es internacional para las veinte repúblicas latinoamericanas. Sin embargo, las clases gobernantes promueven divisiones entre estas repúblicas, ayudando al plan imperialista que teme la unidad latinoamericana (que incluiría ocho millones de millas cuadradas y cerca de noventa millones de habitantes). Las clases gobernantes avivan el sentimiento nacional y los conflictos nacionales, como en el caso de Perú contra Chile, Brasil contra Argentina, Ecuador y Colombia contra Perú, etc. Cada vez que Estados Unidos interviene como “amigable mediador”, arregla los asuntos a propósito de forma que no se llegue a un arreglo definitivo que pueda producir un principio de unificación. La reciente cuestión de Tacna y Arica entre Perú y Chile es la demostración más clara de esta política del imperialismo.

El imperialismo no puede ser derrocado sin la unidad política de América Latina

La experiencia de la historia, especialmente la de México, muestra que el inmenso poder del imperialismo americano no puede ser derrocado sin la unidad de los países latinoamericanos. Contra esta unidad se alinean las clases dominantes nacionales, la clase media, terratenientes, etc., cuyo poder político es casi siempre sostenido por la agitación del nacionalismo o patriotismo de países hostiles a sus vecinos. Consecuentemente, es indispensable el derrocamiento de las clases gobernantes; el poder político debe ser capturado por los trabajadores y América Latina debe unirse en una Federación de Estados. Éste es uno de los grandes objetivos políticos del A.P.R.A.

La nacionalización de la tierra y de las industrias como el
único medio de combatir al imperialismo

Dentro del sistema capitalista y de acuerdo con la dialéctica de su proceso histórico, América Latina devendrá en forma infalible una colonia norteamericana. La siguiente tabla (The New York Times, junio 27, 1926) muestra las tenencias de valores de los Estados Unidos en el mundo, excluidas las deudas de guerra:
Tenencias de los Estados Unidos en Asia $ 1,000,000,000

Tenencias de los Estados Unidos en Europa $ 2,000,000,000

Tenencias de los Estados Unidos en Australia $ 1,000,000,000
Tenencias de los Estados Unidos en Canadá $ 2,500,000,000
Tenencias de los Estados Unidos en América Latina
$ 4,100,000,000
Esta introducción de capital en América Latina crece casi diariamente. De junio a octubre el imperialismo ha invertido más de $ 50,000,000. El conflicto entre los Estados Unidos y México nos muestra que México no ha sido capaz de nacionalizar la industria del petróleo que el día de hoy todavía está dominada por la amenaza de una invasión norteamericana en defensa de los intereses de la Standard Oil Company (el capital norteamericano en el petróleo de México es de $ 614,487,263). La “Enmienda Platt” de la Constitución Cubana y los casos de Santo Domingo, Panamá, Nicaragua, Honduras y Haití nos prueban que la autoridad nacional se pierde en proporción a la aceptación de inversiones por el imperialismo. La nacionalización de la tierra y de la industria bajo la dirección de las clases productoras es el único medio de mantener el poder del país y es la política correcta para las naciones de América Latina.

La unidad política latinoamericana presupone la internacionalización del
Canal de Panamá

El Canal de Panamá en poder del Gobierno de los Estados Unidos es un peligro más para la soberanía de América Latina. El programa del A.P.R.A. proclama francamente la “internacionalización de Panamá”. El doctor Alberto Ulloa, profesor de derecho internacional de la Universidad de San Marcos, de Lima, Perú, escribe, en apoyo de esta tesis: “El Canal de Panamá debe ser internacionalizado… No es posible permitir a los Estados Unidos el ejercicio del gobierno supremo en Panamá”. (Carta abierta al Presidente de la Federación de Estudiantes de Panamá, junio, 1926).

Conclusión

El A.P.R.A. representa, consecuentemente, una organización política en lucha contra el imperialismo y contra las clases gobernantes nacionales, que son sus auxiliares y sus aliadas en América Latina. El A.P.R.A. es el frente unido de las esforzadas clases trabajadoras (trabajadores, campesinos, indígenas) unidos con los estudiantes, revolucionarios intelectuales, etc. El A.P.R.A. es un movimiento autónomo, completamente latinoamericano, sin intervenciones ni influencias extranjeras. Es el resultado de un movimiento espontáneo en defensa de nuestros países, vistas las experiencias de México, América Central, Panamá y las Antillas, y la presente posición del Perú, Bolivia y Venezuela, donde la política de “penetración” del imperialismo ya se deja sentir agudamente. Por ello nuestra palabra de orden será la siguiente: “Contra el imperialismo yanqui, por la unidad de los pueblos de América Latina, para la realización de la justicia social.”

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