miércoles, 30 de mayo de 2012
PARTIDA DE NACIMIENTO DEL "MEDIO PELO"
por Arturo Jauretche
En el
capítulo anterior se han mencionado las dos vertientes que concurren a la
formación del medio pelo. Antes habíamos visto que también dos corrientes
confluyeron en el origen de la clase media paralelas a aquellas.
La primera
–los primos pobres de la oligarquía—constituye el elemento básico que hace
viable la constitución del grupo: apellidos relativamente antiguos y entre los
cuales, usando varios es posible enganchar alguno de alta clase; un estilo, en
cierto modo más tradicional que el de aquella, en cuanto menos influido por la
europeización de su época ausentista; una religiosidad formal, de buen tono y
poco ecuménica pues se condiciona a la calidad del lugar y feligresía de la
parroquia. En resumen un ritualismo social que tiene marcados con minuciosidad
los límites de lo que es “bien” y lo que no es “bien”, y da con eso la
apariencia de un grupo cerrado. Cerrado, pero no tanto que no se pueda abrir
con una llave de oro; lo suficiente para hacer apetecible la incorporación,
pero no tanto para que sea difícil.
Los nuevos
constituyen la segunda vertiente y concurren desde variadas procedencias que
iremos viendo, pero que fundamentalmente está constituida por elementos de la
clase media alta, la “intelligentzia” y la burguesía de los últimos ascensos.
En esta
segunda vertiente del medio pelo, particularmente en la incorporación de los
burgueses, el factor tiempo tuvo mucha importancia pues ya se ha visto que su
equivalente anterior realizó su ascensión con un ritmo menos acelerado que el
de la industrialización brusca, porque correspondía a la primera modernización
de la sociedad, nacida de la expansión agropecuaria, en una ciudad más reducida
y con sus sectores sociales menos con¬fundidos porque la alta clase, más
distante del resto del país, se perfilaba más neta e individualizada. Además
los apellidos extranjeros conservaban todavía una reso¬nancia exótica que se
perdió con el acostumbramiento. En cuanto a la alta clase media empezaba a
confundirse con los primos pobres de la oligarquía a través de una larga
convivencia en las mismas funciones de nivel secun¬dario: profesores, altos
funcionarios, jueces y secretarios, profesionales, altos grados de las fuerzas
armadas.
En una sociedad en que las dignidades primeras estaban dadas
por la propiedad de la tierra, todas esas jerarquías de segunda se igualaban en
poco tiempo; daba tono también cualquier ante¬cedente anterior al 900, hasta el
punto de que llegó a ser importante descender de un conscripto de Curumalal.
En este sentido, y hasta que el medio pelo se caracterizó
por sus propias pautas, en el nivel básico de los primos pobres los criterios
de aceptación fueron más amplios y modernos que los de la clase alta, y
estuvieron más en relación con la sociedad real: estaban referidos al género de
actividades desempeñadas que eran las de esa segunda línea de la sociedad
tradicional.
A ese nivel, las actividades científicas, el ejercicio de la
ma¬gistratura, la política, las letras, la espada, el sacerdocio, etc.,
repre¬sentaban jerarquías sin cotización en la alta sociedad, donde eran más
bien signos de posición, pues a medida que se refinaban las razas ganaderas se
producía un refinamiento social paralelo y la marca de la estancia y el nombre
de la cabaña cons¬tituían escudos heráldicos que daban más lustre que los
antepasados, que en ocasiones hasta se disimulaban. La única actividad no
ganadera bien considerada era la de abogado de las grandes empresas
extranjeras.
lunes, 21 de mayo de 2012
Proyecto de Perón o guerra civil
1º La política del general Perón y el nuevo encuadramiento mundial
Si bien toda política nacional es en lo fundamental expresión de las condiciones objetivas internas del país, ella se debe desarrollar en un marco internacional que expresa las tendencias generales de la marcha de la humanidad.
Es parte fundamental del proyecto político peronista el enfrentamiento con las pretensiones de hegemonía de los Estados Unidos. Desde el “Perón o Braden” hasta la ruptura del cerco comercial a la hermana república de Cuba, el Movimiento expresó siempre en lo concreto la conciencia nacional antiimperialista y en especial frente a los yanquis. Fueron los enemigos de Perón, con cualquier enmascaramiento político o ideológico, colaboracionistas concretos de la acción neocolonialista, rapaz y proscriptiva del imperialismo yanqui y sus agentes internos.
Sobre la concepción Tercermundista de nuestro Movimiento, sostenida en condiciones adversas, tales como las existentes cuando salió al mundo, durante la Segunda Guerra interimperialista, en verdad la historia ya reconoce el papel precursor del peronismo. Siendo hoy el dilema “liberación o neocolonialismo” como dice Perón, vemos agruparse en una solidaridad combativa a todos los pueblos del Tercer Mundo, constituyendo la principal fuerza que conmueve la estabilidad del sistema capitalismo-imperialista, sostenido precisamente en la explotación colonial.
En el presente al auge y consolidación del movimiento de Liberación Nacional, se suma la ruptura del bloque capitalista-imperialista y la pérdida creciente de hegemonía por parte de los Estados Unidos, lo cual no es un fenómeno independiente de lo primero. Es evidente en los últimos años la rivalidad creciente entre los renacientes capitalismos de Europa occidental y el Japón con los Estados Unidos. La pérdida de unidad política de los países imperialistas es una realidad. El deterioro de la anterior posición dominante de los Estados Unidos tiene uno de sus signos, entre otros muchos, en la crisis del dólar, a la que podríamos agregar la pérdida de reservas, la crisis de su comercio exterior, el menor desarrollo relativo de sus fuerzas productivas, la dificultad creciente de exportar su inflación, la disminución de su primacía tecnológica, la reducción de su ritmo de exportación de capitales y el incremento de la desocupación obrera.
La crisis del sistema capitalista-imperialista fue caracterizada como de “multipolaridad”, pero siempre dentro del esquema de dominación de las burguesías monopolistas. El retiro derrotado de Vietnam por parte de los gendarmes de los imperialistas norteamericanos es un signo decisivo de la evolución de fuerzas entre el campo de la reacción mundial y las fuerzas de la Liberación y el socialismo. La etapa de ascenso de la revolución nacional árabe desemboca en hostilidades económicas con los países capitalistas adelantados que han fabricado su opulencia apoyados en el saqueo de los recursos y el trabajo de los países coloniales y atrasados. El petróleo abundante y a vil precio, manejado por las empresas monopolistas, se ha terminado. Las luchas de Liberación del Tercer Mundo y en particular la de la nación árabe han sostenido esta política de independencia económica que conmovió toda la estructura productiva del imperialismo. La división internacional del trabajo impuesta por el capitalismo imperialista a los pueblos del Tercer Mundo, que lleva a concentrar la riqueza en un puñado de naciones poderosas y arrojar a la miseria a las grandes masas de la población del mundo colonial, es cuestionada por la Revolución Nacional que recorre todo el Tercer Mundo.
Los precios de los principales productos básicos en los últimos 18 meses se han más que duplicado en promedio y algunos se incrementaron en tres o cuatro veces. Las reservas de los países del Tercer Mundo han aumentado en forma acelerada, sobre todo a partir de 1973; van camino de triplicar el total alcanzado diez años antes.
El peso político del Tercer Mundo es mayor, día a día las naciones y movimientos que luchan contra el imperialismo por su Liberación extienden y consolidan sus filas. El peso en el terreno militar de los pueblos del Tercer Mundo también es creciente; el imperialismo y sus agentes encuentran cada vez más la justa respuesta de los pueblos a su política de guerra. La repercusión en el campo económico, la respuesta a la política imperialista donde más le afecta, la de las riquezas y el trabajo de los pueblos, agrava las contradicciones de los países imperialistas entre sí, conmueve su estructura productiva y social, debilitando su posición ante las luchas del Tercer Mundo por liberarse.
Dentro de este encuadramiento mundial, que favorece el desarrollo de las luchas de Liberación, la política del Movimiento Nacional Peronista, bajo la conducción de Perón, se orienta a conformar dentro del Tercer Mundo, una concertación de intereses entre las naciones iberoamericanas para hablar con una sola voz ante la potencia dominante de esta área, los Estados Unidos. La política de Perón en el orden internacional, política soberana y peronista, defensora leal de los intereses de Argentina, si bien tiene sus raíces en la propia realidad nacional, posee un marco internacional favorable, quizá sin paralelo en su historia —pese a retrocesos importantes para nosotros, como los de Chile y Bolivia— que corresponde a la nueva posición de los pueblos del Tercer Mundo frente al capitalismo imperialista.
La política de Perón tiende a aprovechar la actual coyuntura para acentuar el cambio en la correlación internacional de fuerzas, a los fines de colocar la demanda y el comercio internacional, la cooperación técnica y financiera, junto a las inversiones posibles del Tercer Mundo, países socialistas y países capitalistas-imperialistas en oposición al imperialismo yanqui, como un factor dinámico que apuntale el desarrollo de las fuerzas productivas internas, sostenido naturalmente en el desarrollo de nuestro propio mercado Interno.
El proyecto político-económico de Perón en ejecución, nacido de las condiciones objetivas y de conciencia de las clases sociales que integran el campo nacional, conserva “como eje de aglutinamiento a la clase obrera peronista” tal como sucedió en estos 30 años de existencia del Movimiento. Pero es evidente que el proyecto de Perón no se lo puede definir integralmente ni profundizarlo si no se lo encuadra en la nueva coyuntura que impulsa la Revolución Colonial del Tercer Mundo.
2º La política económica de la dictadura militar y la del gobierno de Perón
Es sumamente ilustrativo establecer comparaciones entre la política económica que impulsó, sin mayores variantes, la dictadura militar, con la aplicada por el gobierno del general Perón.
En pocas palabras, la dictadura militar se ajustó plenamente al modelo neocolonialista del imperialismo yanqui, a su plan de división del trabajo a escala iberoamericana, que tiene en el sistema brasileño su ejemplo. Concentrar la economía en, el desarrollo monopolista, asociado a la gran burguesía nativa, desnacionalización progresiva, aumentando la rentabilidad de los sectores más “eficientes”, con lo que se generaba en un mercado interno deprimido, una creciente dependencia de factores externos. Restringir el salario y por este medio, achicar el mercado interno de consumo, mientras se elevaban las tasas de ganancia del capitalismo en el sector monopolista, acompañándolo por una promoción del desarrollo tecnológico “eficientista”, provocando un mayor desempleo al asimilar una tecnología imperialista con mínima utilización de mano de obra. El cierre de empresas calificadas de antieconómicas, desde el punto de vista estrictamente financiero, sin atender a su papel en la producción ni al costo social de la desaparición de fuentes de trabajo, encuentra en el cierre de ingenios de Tucumán su mejor ejemplo.
La pérdida de salarios en virtud de su congelación, pero no de los precios, la eliminación de conquistas sociales, como la calificación de trabajos insalubres, edad para jubilación, desprotección ante despidos, liquidación de reglamentos de trabajo, etc., hizo recaer sobre los hombros de la clase obrera el peso principal del Plan Krieger Vasena.
Pero lo que se pudo aplicar en Brasil fue barrido con las rebeliones obreras y populares de 1968 y 1969, que encuentran su punto más alto en el Cordobazo. La existencia de un Movimiento Nacional como el peronista y una organización de la clase obrera peronista de carácter masivo aunque defensista (los sindicatos), convirtieron a esa clase obrera en el eje social del agrupamiento de todas las fuerzas del frente de resistencia antidictatorial, que tomó al Movimiento Nacional Peronista como su expresión de vanguardia y a su jefe el general Perón como barrera ante las maniobras de la dictadura militar.
En la articulación concreta de tocias las fuerzas que iban colocándose al lado del peronismo en el frente dé resistencia antidictatorial, hubo un solo conductor, Perón, poro la historia dirá lo que la Nación les debe a los hombres y mujeres anónimos que integraron la CGT de los Argentinos, la Regional CGT de Córdoba, los Gremios del Peronismo Combativo y en la última etapa la Juventud Peronista y sus “formaciones especiales”. También habrá que escribir la verdadera historia del participacionismo, vandorismo, neo-peronismo y otras malas yerbas que se integran total o parcialmente a los planes de la dictadura militar.
La política de Perón de darse la más amplia base de sustento posible para accionar no es nueva, sino que constituye una constante, remarcada en toda la última etapa de la dictadura militar. La sucesión de las instancias Hora del Pueblo, Frente Justicialista de Liberación, Pautas de coincidencia programática de las organizaciones políticas y sociales (CGT-CGE) del Niño, los “10″ puntos para la Reconstrucción Nacional —planteados a las Fuerzas Armadas durante el gobierno de Lanusse—, el documento “Apreciación de la situación para el año 1972″, etc., confirma lo que decimos.
La salida institucional que buscó la dictadura militar, como mal menor, frente a una guerra civil inminente si persistía en proscribir al Mov. Nacional, lleva al triunfo del peronismo y el Plan Krieger Vasena naufraga definitivamente.
El Pián económico que actualmente aplica el gobierno de Perón es una de las versiones posibles, que inspiradas en la concepción política-ideológica peronista, existían dentro del Movimiento y sus aliados, en la etapa de constitución del Frente Justicialista de Liberación.
La política económica del gobierno de Perón tiene como factor dinámico el aumento de la capacidad adquisitiva del mercado interno, tal como él lo ha explicado reiteradamente, precisamente lo contrario del Plan Krieger Vasena. En el último trimestre de 1973, el consumo interno se incrementó por encima del 10 %, en comparación al mismo período del año anterior. La tendencia a extender el mercado interno va acompañada con una reducción del margen de rentabilidad empresaria, que no obstante todos los aumentes especulativos realizados antes del 25 de Mayo y al incremento del conjunto de las ventas han reducido sus beneficios en un 4,2 %. La limitación de la tasa de ganancia de las empresas imperialistas, no su nacionalización, es un objetivo expreso de la actual política económica, reformulando las condiciones de operación del capital extranjero, desde la ley de radicación, los contratos de provisión de tecnología y marcas, el reconocimiento de la dependencia de la casa matriz por parto de la sucursal desde el punto de vista de las deudas y toda responsabilidad legal consiguiente, la nueva política de créditos que excluye la provisión de fondos a las empresas extranjeras, etc., todas medidas que en su conjunto tienden a rescatar la mayor proporción del mercado interno para el empresariado nacional.
Colocar el mercado interno como un factor coadyuvante a la par de la ampliación del mercado interno, liquidando todas las barreras que el imperialismo yanqui ha colocado en el comercio internacional, es otra característica sustancial de este plan.
Desde el punto de vista de la clase obrera esta es una política dura de tragar; tal como lo admite la propia conducción burocrática de la CGT, “el movimiento obrero puede hacer un nuevo sacrificio”, juicio que avala Perón cuando el 1º de Mayo agradece a los trabajadores el haber “sostenido” el Pacto Social. Los asalariados en conjunto acrecentaron un 4,5 % su parte en la distribución del ingreso en el año 1973 en relación a 1972. Este aumento de por sí modesto se debe reducir pues el 1,7 % corresponde al aumento registrado en el número de trabajadores y sólo el 2,8 % al incremento medio de las remuneraciones, si bien corresponde aclarar que ha sido mayor el aumento para las categorías peor pagas. Mejoran parcialmente este cuadro, los grandes beneficios otorgados a jubilados y pensionados, la asistencia a la salud pública y la inminente aplicación del Plan de Salud integral de Liotta, el restablecimiento de condiciones de trabajo y reglamentos anulados por la dictadura militar, y la próxima ley de Contrato de Trabajo.
El aumento de salarios que flexibilizó antes de lo previsto la política económica con un incremento nominal del 15,2 % (es mayor para los que cobran el salario mínimo) revela claramente uno de los puntos débiles de la política económica, que precisamente alivia en muy escasa medida la situación de quienes más producen, los trabajadores en relación de dependencia, y quienes sufran los dramas sociales de una nación dependiente, llámese mortalidad infantil, superexplotación, desocupación, etc.
Perón es quien ha elegido este camino, confiando la conducción económica a los empresarios de la CGE. Es una política económica nacionalista que se concreta por medio de la concertación social. Si bien se vuelca el peso del aparato estatal en apoyo de esta política, no se instrumenta fundamentalmente por medio de la violencia, sino por acuerdo de las partes, aunque se cuestione la representación de la conducción obrera. En todos los frentes en que se desarrolla la política económica de Perón en esta etapa, rige el principio de concertar, con el apotegma “la situación de la Argentina es de tal gravedad que la arreglamos entre todos o no la arregla nadie”.
Si bien se trata de una política económica de contenido nacional, y en esa medida es una política revolucionaria para un país dependiente como nosotros, se trata de una política de corte “neo-capitalista” como la ha calificado el propio Perón, y es la clase obrera la que hace el principal sacrificio aunque mejore parcialmente su situación. Por otra parte es evidente que no hay desde las filas obreras una opción de corrección del pacto social, y mucho menos una estrategia sustitutiva de anti-Pacto Social. El papel de la burocracia sindical, pre-existente al gobierno popular es el del instrumento que usa Perón para frenar la acción de la clase obrera que podría desbordar el Pacto Social y derrumbar toda la política económico-social del Movimiento. Este Pacto Social es concebido como el fundamento de la etapa de Reconstrucción Nacional, especialmente en el aspecto económico, como condición previa para una modificación de la estructura económica dependiente, creciente desarrollo de las fuerzas productivas, de la ocupación y la redistribución social de ingresos.
La ampliación del área estatal es una condición de inexorable cumplimiento para enfrentar el poder monopolista extranjero en nuestra economía, un verdadero cáncer al servicio de la dependencia. Paradójicamente no se percibieron aún señales evidentes de cambio en la estructura, cuadros y rendimiento del deteriorado aparato del Estado. El marco político prestado por el Movimiento Nacional Peronista está por ahora insuflándole el oxígeno faltante. El Plan Trienal provee que las inversiones estatales deberán crecer hasta 1977 en un 21,9% mientras que la inversión privada aumentará en sólo el 5%. La constitución de empresas mixtas con los países socialistas, junto con su aporte tecnológico y financiero, sumado a la cooperación de los países del Tercer Mundo, posibilitará desde el punto de vista económico, avanzar en este proyecto nacional del peronismo. De la participación activa de la clase obrera, sus formas de cogestión, control de precios y calidad de la producción y su avance a la par en conciencia de clase y organización dependerá en lo fundamental la construcción de la Argentina Liberada.
3º Balance de la situación del Movimiento Nacional Peronista (acción de los enemigos y respuesta)
Si bien sólo el proyecto político nacional de Perón ha expresado el campo popular durante treinta años y la clase obrera siempre actuó dentro de sus líneas generales, como hoy lo sigue haciendo, hay factores que determinan reacciones diferentes ante el proceso político actual y sus requerimientos.
La burocracia vandorista-participacionista le resta a Perón prestigio. Una de las principales críticas que recibe Perón por parte de los trabajadores es la de que les permite a esos burócratas traidores estar al lado de él. Por eso la burocracia sindical es también una fuerza divisionista del peronismo y un factor aislante entre las bases y el conductor del movimiento. Esta es sin duda una de las causas que explican el 1º de mayo, ocasión en que no hubo una concurrencia masiva de la clase trabajadora a Plaza de Mayo. No la llevaron en ese momento ni Perón a través de la burocracia, ni los Montoneros, las principales fuerzas orgánicas que participaron del acto.
La concurrencia peronista estuvo entre un juego de pinzas, de un lado el aparato vandorista y del otro la organización política Montoneros. La clase obrera peronista sindicalmente organizada, la del Cordonazo, Rosariazo, Mendozaro, 17 de noviembre, 20 de junio, ausente.
Sin embargo, también es evidente que la acción desmovilizadora de la burocracia también la envuelve a ella misma. Pareciera afirmarse la tendencia a la parálisis político gremial de la CGT, Regionales y principales sindicatos que gobierna. Su retroceso ante las bases de cada gremio, pese a las recomposiciones parciales y a las crisis de improvisados oponentes, es permanente. Refluye hacia tareas administrativas del manejo sindical, se dedica a la acción de copamiento del aparato estatal. La oposición a ella parte de la propia clase obrera peronista, tuvo origen y desarrollo dentro de ella, de ahí el irremediable retroceso de esa alianza participacionista-vandorisía, que sólo se podrá hacer más lenta con la coraza legal proporcionada por algunos artículos de la ley de Asociaciones Profesionales.
La convocatoria hecha por Perón el 12 de junio, encuadrada en una situación política modificada, donde el desborde del Pacto Social y la amenaza a toda la política puesta en práctica proviene realmente de los enemigos, muestra otra cara Bien distinta del Movimiento. Ante esa amenaza el apoyo de la clase trabajadora se vuelve activo; la continuidad de Perón en el gobierno resulta lo más importante y se recupera la iniciativa frente a la acción gorila manifestada en las formulaciones de la prensa venal —tradicional enemiga de la causa nacional—, el desabastecimiento y el mercado negro promovido por los monopolios y la oligarquía (con la tolerancia de la propia burguesía nacional) las declaraciones críticas de la Iglesia, de la Sociedad Rural, del lanussismo en el ejército.
O sea aparecen los enemigos constantes del peronismo y Perón los señala al pueblo, que sale sobre la marcha, desde las fábricas, dispuesto a enfrentar a los que “empiezan a mostrar las uñas”.
El histórico 12 de junio fue de Perón y de los trabajadores. Los apresurados llegaron tarde porque para sostener su castillo de naipes político han “inventado” un Perón no peronista, repudiado por el pueblo y desmovilizador. La burocracia sindical participacionista-vandorista, por su parte —como tuvo la rara honradez de reconocerlo uno de sus voceros—, “nada que ver” con la movilización.
En la Plaza de Mayo hubo sólo peronismo; por las consignas, los participantes y los enemigos (no ya internos). De ahí el fortalecimiento de Perón que, dejando atrás el antecedente del lº de mayo, reafirmó la necesidad de la participación activa de los trabajadores para proseguir la tarea iniciada. En esta etapa el punto crítico de la política de Perón, que la clase trabajadora respaldó el 12 de junio, es sin duda la política salarial. Sin la vigencia de la Justicia Social no hay peronismo y no hay verdadera justicia social sin salarios justos. Mas la lucha de los trabajadores se deberá dar en los términos de la política que se avaló, o sea dentro del Pacto Social, poniendo el acento en la Justicia Social.
Un salario justo es lo principal, pero no es el único componente de la Justicia Social y el papel que Perón requirió de los trabajadores es el de la participación activa en la fiscalización y en el control económico (a nivel de la producción y distribución), donde junto a las exigencias de cumplimiento de condiciones de trabajo dignas, se impida el acaparamiento y el mercado negro, facilitando la plena producción y con ella la mayor ocupación.
Poniendo el eje en lo político, obrero y peronista, sin retroceder en ningún momento al campo de un sindicalismo revolucionario siempre mechado de antiperonismo, se facilitará mantener la unidad de la clase obrera, la de cada gremio, lo cual dará margen para avanzar, consolidando el peso de la clase trabajadora en el Movimiento y en el gobierno, al par que se va construyendo así un futuro de Liberación.
Frente a esa unidad y solidaridad orgánica de la clase trabajadora, manifestada activamente dentro del proyecto de Perón, y que es necesaria para garantizar el cumplimiento de los objetivos de la Reconstrucción y Liberación Nacional, se estrellará lo que constituye el instrumento principal de la reacción gorila-imperialista, o sea la promoción de la violencia en el campo de las fuerzas que integran la Unidad Nacional, como un primer escalón para desatar la guerra civil. Toda violencia parapolicial, foquista, de comandos civiles, etcétera, atenta —deliberadamente o no, pero con igual efectividad— contra el proceso de concertación e institucionalización sostenido en la soberanía popular, base del proyecto nacional de Perón y único camino ante la guerra civil que buscan las fuerzas irrepresentativas del Pueblo.
miércoles, 16 de mayo de 2012
DECRETO DE NACIONALlZACIÓN DE BIENES DE LOS ENEMIGOS DE LA REVOLUCIÓN
El C. General Emiliano Zapata, Jefe supremo de la revolución de la República, a sus habitantes hace saber:
En atención a que los malos mexicanos que apoyaron y sostuvieron a los gobiernos pasados siguen en su labor obstruccionista, oponiéndose, por cuantos medios encuentran a su alcance, a la realización de los principios proclamados por la revolución y contenidos en el Plan de Ayala, retardando el triunfo completo de las reformas agrarias, y de conformidad con las facultades de que me hallo investido, he tenido a bien decretar lo siguiente:
ArtIculo I. Se nacionalizan los bienes de los enemigos de la revolución que defiende al Plan de Ayala y que directa o indirectamente se hayan opuesto o sigan oponiéndose a la acción de sus principios, de conformidad con el artículo VIII de dicho Plan y VI del decreto del 5 de abril de 1914.
Articulo II. Los Generales y Coroneles del Ejército libertador, de acuerdo con el Cuartel General de la revolución, fijarán las cédulas de nacionalización, tanto a las fincas rústicas como a las urbanas.
Articulo III. Las autoridades municipales tomarán nota de los bienes nacionalizados, y después de hacer la declaración pública del acta de nacionalización darán cuenta detallada al Cuartel General de la revolución de la clase y condiciones de las propiedades que sean, así como de los nombres de sus antiguos dueños o poseedores.
Articulo IV. Las propiedades rústicas nacionalizadas pasarán a poder de los pueblos que no tengan tierras que cultivar y carezcan de otros elementos de labranza, o se destinarán a la protección de huérfanos y viudas de aquellos que han sucumbido en la lucha que se sostiene por el triunfo de los ideales invocados en el Plan de Ayala.
Artículo V. Las propiedades urbanas y demás intereses de esta especie nacionalizados a los enemigos de la revolución agraria se destinarán a la formación de instituciones bancarias dedicadas al fomento de la agricultura, con el fin de evitar que los pequeños agricultores sean sacrificados por los usureros y conseguir por este medio que a toda costa prosperen, así como para pagar pensiones a las viudas y huérfanos de quienes han muerto en la lucha que se sostiene.
Articulo VI. Los terrenos, montes y aguas nacionalizados a los enemigos de la causa que se defiende serán distribuidos en comunidad para los pueblos que lo pretendan y en fraccionamiento para los que así lo deseen.
Artículo VII. Los terrenos y montes que se repartan no podrán ser vendidos ni enajenados en ninguna forma, siendo nulos todos los contratos o transacciones que tiendan a enajenar tales bienes.
Articulo VIII. Los bienes rústicos que se repartan por el sistema de fraccionamiento sólo podrán cambiar de poseedores por transmisión legítima de padres a hijos, quedando sujetos, en cualquier otro caso, a los efectos del articulo anterior.
Artículo IX. El presente decreto surtirá sus efectos desde luego.
Reforma, Libertad, Justicia y Ley.
Dado en el Cuartel General en Cuernavaca,
Dado en el Cuartel General en Cuernavaca,
a los ocho días de septiembre de 1914.
El General en Jefe del ejército libertador,
Emiliano Zapata.
El General en Jefe del ejército libertador,
Emiliano Zapata.
viernes, 11 de mayo de 2012
EL DESTINO DE UN CONTINENTE (10)
por Manuel Ugarte
CAPÍTULO IX
EL GESTO DE ROOSEVELT. — MÉXICO, INVADIDO. — EL LIRISMO DEL
SUR. - NUEVA INVASIÓN A MÉXICO. - EL CARRIZAL. — LA INVASIÓN A SANTO
DOMINGO. — LA SUGESTIÓN
DEL CABLE. — EL GENERAL CARRANZA. — FILOSOFÍA DE LA CONFLAGRACIÓN.
lunes, 7 de mayo de 2012
STALIN Y MEXICO
La misión de Lombardo Toledano
[1]
28 de mayo de 1938
El título de este artículo puede parecer sorprendente e incluso injustificado: no hay relaciones diplomáticas entre la URSS y México. Parecería entonces que Stalin no pudiera tener una política particular con respecto a México. Sin embargo, semejante conclusión sería perfectamente superficial. Stalin tiene -¡y cómo!- una política con relación a México, sobre todo desde que el gobierno de Cárdenas decidió darle hospitalidad a Trotsky[2]. Recordemos algunos hechos, los más indiscutibles y los más elocuentes.
Al inicio del gobierno del presidente Cárdenas, el denominado Partido “Comunista” de México, es decir, la agencia directa de Moscú, exigía que el gobierno de ese país presente sus excusas a Stalin por los procedimientos del gobierno de Calles-Ortiz Rubio[3] con relación a la URSS, y no habiendo obtenido las disculpas, calificó de “fascista” al gobierno de Cárdenas. Tal es la línea general antes del gran giro.
Lombardo Toledano se dirigió a Moscú en 1935 para ser allí iluminado por la gracia divina. Y naturalmente el “Espíritu Santo” descendió hacia él y le mostró la luz. No es posible ser oficialmente un amigo de Moscú sin denigrar, calumniar y combatir a Trotsky con todas sus fuerzas. Toledano se endosó esta obligación y se consagró a ella lo mejor posible. En nombre de los obreros mexicanos, se opuso al derecho de asilo para Trotsky. Felizmente, los argumentos que dio no le parecieron convincentes al general Cárdenas quien tiene de la democracia y del derecho a asilo una concepción muy diferente que la del devoto discípulo de Moscú[4].
Trotsky llegó a México en enero de 1937. Durante los primeros meses, el Partido Comunista dudaba aún en cuanto a la línea política a seguir en este asunto. Esto es porque Moscú no había tomado aún una decisión con respecto al tema. Para Laborde, Toledano era todavía un enemigo mortal. Y así se llegó a la escisión de la CTM a fines de mayo[5]. La polémica entre quienes habían sido hermanos, o mejor dicho, los compadres en la víspera, era extremadamente violenta. Pero Moscú tomó su decisión. Browder, el jefe del PC de Estados Unidos vino a México en persona para dirigir esta cuestión[6]. Le dio a Laborde la orden de ponerse de rodillas frente a Toledano quien fue proclamado especialmente agente número 1 de Moscú. La unidad sindical se restableció. El Congreso de la CTM se preparó bajo la férula de Moscú.
Pero ¿qué buscaba Moscú con esto? La respuesta es simple y clara: la expulsión de Trotsky de este país, en otros términos, su entrega a las manos de la GPU. Hace años que la política interna de la URSS se resume a la lucha contra el trotskismo. Se ha inventado y puesto en escena una serie de procesos monstruosos. Miles de personas fueron arrestadas, “juzgadas”, fusiladas. Decenas de miles fueron apresadas y deportadas. Todos los fantásticos crímenes imputados a las víctimas del innoble buró de Moscú, si se le cree a Stalin y su Vichinsky, convergen infaliblemente en la personalidad del exiliado que se encontraba antes en Francia y Noruega y que vive hoy en México. El número de las víctimas, la amplitud de los esfuerzos, la interminable campaña de calumnias y de persecuciones, los asesinatos de pretendidos trotskistas en el extranjero, todo indica con evidencia absoluta el precio pagado por Stalin para combatir, y si fuera posible, terminar con aquel que la pandilla del Kremlin considera su enemigo número uno. ¿Cómo es posible entonces creer que Stalin no tiene política para México? Tiene una y muy precisa. En las preocupaciones de Stalin, Coyoacán ocupa uno de los primeros lugares.
Pero, ¿cómo conseguir sus fines? El partido stalinista de México es demasiado insignificante para que su “oposición” pueda llegar a algún lado. Es preciso entonces abandonar las acusaciones de “fascismo” contra el gobierno de Cárdenas. Por el contrario, es necesario demostrar una Devoción Absoluta a Lázaro Cárdenas, a quien ayer trataban de fascista. Es necesario demostrar al gobierno que está rodeado de enemigos y que sólo encontrará salud en los brazos de Stalin.
Pero Laborde es demasiado insignificante para tal misión. Sólo debe limitarse a apoyar a Toledano, escondiéndose modestamente detrás de él, y asistimos así a esta escena edificante: Lombardo Toledano, stalinista de la última hora, pero con celo irreprochable, se transforma al mismo tiempo en cardenista 100%.
En la manifestación pública del 20 de noviembre en presencia del presidente, Laborde pronunció un discurso en el que acusaba a Trotsky de complicidad con los generales “fascistas” Villarreal y Cedillo y con Pepe Vasconcelos[7]. El objetivo de este complot fascista habría sido el de voltear al gobierno de Cárdenas. ¿Esta construcción les parece demasiado absurda? En verdad lo es. Pero no más absurda que las otras acusaciones lanzadas por Moscú y en todo caso hecha en el mismo estilo. Nunca Laborde hubiera pronunciado tal discurso sin el permiso, o mejor dicho, sin una orden directa de Moscú. Se discierne en esta falsificación grosera las líneas generales del plan de la GPU: utilizar el peligro fascista, real o imaginario, crear una amalgama entre Trotsky y los fascistas, verdaderos o supuestos, demostrar al gobierno su devoción más vale pretendida que real, y bajo este disfraz político, acabar con el enemigo número 1.
Este plan se inspira en la experiencia española. Stalin se aprovechó de la insurrección del general Franco contra el gobierno republicano para imponer su dictadura a este último[8], y, utilizando las condiciones “favorables” de la guerra civil, terminar con los más eminentes enemigos de Stalin en el suelo español. El mundo entero conoce por otra parte el partido que ha sacado la GPU en la península Ibérica, el asesinato de Andrés Nin*, expulsado antes de la Unión Soviética, el asesinato de teóricos anarquistas[9], la eliminación de Erwin Wolf*, antiguo secretario de Trotsky y de cientos de personas menos conocidas. Esta experiencia parece haber satisfecho extraordinariamente a la GPU. ¿Por qué no intentar la misma experiencia en México?
Es verdad que aún no tenemos guerra civil. Pero, con la ayuda de la GPU, puede estallar. Así como, el ejemplo de Francia lo muestra, la GPU tiene agentes en todos lados, tanto en el campo de la izquierda como en el de la derecha. Entre los rusos blancos de Francia, hay muchos agentes de la GPU que, siguiendo las necesidades, actúan tanto contra los monárquicos como contra los trotskistas[10]. La GPU es perfectamente capaz de ayudar incluso a los fascistas en México para acelerar un movimiento insurreccional con la mano derecha, mientras que con la mano izquierda, es decir con Lombardo Toledano y Laborde, le da su apoyo al gobierno[11]. Tal es el verdadero plan.
Pero, ¿Lombardo Toledano va a prestarse a ese juego? Ya se ha prestado. ¡Y con qué encarnizamiento! Comenzó por acusar a Trotsky, en reuniones públicas, de preparar la huelga general para derribar al gobierno mexicano. Esta denuncia parece totalmente increíble, pero es un hecho que la prensa mexicana lo ha hecho público a su tiempo. Si Toledano se arriesga a hacer semejantes afirmaciones, es porque se comprometió a hacerlas. No es casualidad que Browder haya venido a México, ni por la cara bonita de Lombardo es que Laborde se pone de rodillas frente a él. Do ut des. Para aprovecharse de la ayuda de Moscú para sus propios fines políticos, Toledano no sólo debe llevar al suelo mexicano la campaña anti trotskista, sino también debe ayudar a su jefe a llevarla hasta su desenlace final.
¿Pero Toledano es un cardenista convencido? Sí, exactamente de la misma manera que Laborde quien, bajo las órdenes de Moscú, transforma al presidente “fascista” en héroe nacional. Estos hombres son cardenistas o anti cardenistas según los objetivos de Moscú. Son agentes disciplinados, es todo, y siempre listos para dar el giro más brutal y más inesperado. No es necesario refutar aquí las acusaciones de complicidad con los fascistas, llevadas contra Trotsky y sus amigos, las falsificaciones de Moscú y sus agentes, porque sólo pueden parecerle convincentes a los imbéciles y a los canallas, y nosotros no escribimos ni para los unos ni para los otros. Evidentemente estamos lejos de negar los peligros fascistas que pueden amenazar no sólo al gobierno de Cárdenas sino al futuro de nuestro país. La nueva crisis mundial que se anuncia cada vez más profunda exacerbará las luchas sociales en el mundo entero, y también en México y su periferia. La lucha contra la reacción y particularmente contra su forma más bárbara, el fascismo, es el deber más elemental y más imperioso de todo obrero, campesino e intelectual honorable y valiente, consciente de sus intereses de clase y de los intereses de su pueblo. Pero lo peor que le puede suceder a nuestro pueblo es que esta lucha se dé bajo la dirección de los agentes de Moscú. La GPU ahogó en España junto a la revolución social, la independencia de las organizaciones obreras y campesinas. Tal es la razón fundamental por la que el heroísmo revolucionario sin límites y los innumerables sacrificios del pueblo obrero español no conducen más que a reveses y derrotas. El pueblo trabajador de México no quiere y no permitirá la repetición de los mismos procedimientos. ¿La lucha contra el fascismo? Sí, con todas nuestras fuerzas. ¿La dirección de la GPU por intermedio de sus agentes? No, no y no. Esto sería el desastre. Y nosotros aspiramos a la victoria.
NOTAS
[1] 1 Artículo publicado en Hoy del 28 de mayo de 1938, bajo la firma de Diego Rivera. La forma y el contenido conducen a pensar que era uno de los artículos escritos por Trotsky y firmados por el pintor como este último lo indica en una carta de enero de 1939: se trataba de evitar la acusación de injerencia en la vida política mexicana. Traducido del francés de la versión publicada en Oeuvres, Tomo 17, pág. 265, editada por el Instituto León Trotsky de Francia.
[2]El presidente Cárdenas había accedido a fines de 1936 a la demanda de asilo político para Trotsky que le había sido presentada por Diego Rivera, con el apoyo del general Mujica.
[3] Plutarco Elías Calles (1877-1945), devenido general durante la revolución, había sido presidente de México desde 1924 a 1928, con el apoyo de EEUU; hasta la presidencia de Cárdenas, y bajo diferentes presidentes, fue el verdadero jefe del país. Pascual Ortiz Rubio (1877-1963) fue uno de sus hombres: fue presidente desde 1930 a 1932. Los gobiernos mexicanos de la época “callista” se negaban a tener relaciones diplomáticas con la URSS.
[4]Lombardo Toledano había combatido el otorgamiento de asilo a Trotsky, explicando que éste combatía la colaboración de clases, base de la política del gobierno y del sindicato. El gobierno fue inundado con telegramas de protesta provenientes de los sindicatos de la CTM.
[5]Hernán Laborde (1896-1955), ferroviario, fue secretario del Partido Comunista Mexicano desde 1929. La escisión de la CTM se había producido en el IV Consejo Nacional de esta central. El conflicto se refería sobre todo al lugar del PC en el Frente Popular. El PC había fundado un “Comité de Organización del Frente Popular”. La CTM de Lombardo Toledano consideraba que el Frente Popular se realizaría en el interior del partido gubernamental reorganizado. El secretario de organización, Fidel Velázquez, excluía sistemáticamente a los comunistas de los puestos de mando. En el Consejo Nacional, anunció de entrada el rechazo a reconocer mandatos y delegados de varias organizaciones controladas por los miembros del PC, el sindicato de docentes, la alianza de los trabajadores del Estado, la Federación de Trabajadores de Nuevo León y los de La Laguna, etc.: algunas de ellas se habían constituido como sindicatos independientes sólo para aumentar el número de los mandatos controlados por el PC. Lombardo Toledano dio su apoyo a Velázquez. Los sindicatos más grandes (sobre todo los ferroviarios, mineros, petroleros, electricistas) dejaron la sesión para reunirse en “Consejo Nacional” en la sede de los ferroviarios y proclamarse la dirección de la CTM. Esta CTM bis que se pretendía la “única verdadera” tenía en su dirección tres secretarios de la CTM (sobre siete) de antes de la escisión.
[6]Earl Browder, secretario general del PC americano, miembro del Ejecutivo de la Internacional, era el responsable de los partidos comunistas del continente. Pronto tomó partido contra el PCM, publicando en el Daily Worker sólo la carta de Lombardo Toledano acusando a los comunistas mexicanos. Luego se dirigió a México en donde, al término de largas discusiones, obtuvo del comité central del 26 al 30 de julio una resolución autocrítica sobre la “unidad a cualquier precio”.
[7] El general Saturnino Cedillo (1890-1939), dinamitador de trenes devenido en general, antiguo ministro de agricultura, era el cacique de San Luis Potosí. La prensa comunista y la de la CTM lo acusaba de preparar una sublevación contra Cárdenas: el general era, sino fascista, al menos un reaccionario obtuso y brutal. José Vasconcelos (1881-1959), intelectual, antiguo rector de la universidad y ministro de educación, se había exiliado en EEUU y no había dejado de evolucionar hacia la derecha. Por el contrario, Antonio I. Villarreal (1879-1944), organizador antes de la guerra del Partido Liberal, fundador de la primera central sindical nacional, la CNT, presidente de la convención de Aguascalientes, no podía considerarse “fascista”. La amalgama entre él y estos dos hombres de extrema derecha era utilizada porque a pesar de no haber podido tomar parte de la Comisión Dewey por razones prácticas, había afirmado su solidaridad con los objetivos de la investigación y su indignación por las calumnias lanzadas contra Trotsky.
[8] Francisco Franco Bahamonde no sólo era uno de los jefes del pronunciamiento español de julio de 1936 sino que se había convertido rápidamente en caudillo de la España “nacionalista”. Se sabe de qué manera Stalin había utilizado la necesidad de armas de la República para dictar sus condiciones al gobierno.
[9] El único “teórico anarquista” asesinado en esta época era el italiano Camillo Berneri (1897-1937) arrestado en su domicilio y hallado muerto en la calle al día siguiente de las “jornadas de mayo”.
[10] Trotsky hace alusión al hecho de que algunos de los principales hombres de la GPU comprometidos en el asesinato de Ignace Reiss en septiembre de 1937 eran emigrados blancos como Sergei Efron y Vadim Kondratiev.
[11] Trotsky parece haber tenido la idea de que la GPU podía actuar del lado de Cedillo.
[2]El presidente Cárdenas había accedido a fines de 1936 a la demanda de asilo político para Trotsky que le había sido presentada por Diego Rivera, con el apoyo del general Mujica.
[3] Plutarco Elías Calles (1877-1945), devenido general durante la revolución, había sido presidente de México desde 1924 a 1928, con el apoyo de EEUU; hasta la presidencia de Cárdenas, y bajo diferentes presidentes, fue el verdadero jefe del país. Pascual Ortiz Rubio (1877-1963) fue uno de sus hombres: fue presidente desde 1930 a 1932. Los gobiernos mexicanos de la época “callista” se negaban a tener relaciones diplomáticas con la URSS.
[4]Lombardo Toledano había combatido el otorgamiento de asilo a Trotsky, explicando que éste combatía la colaboración de clases, base de la política del gobierno y del sindicato. El gobierno fue inundado con telegramas de protesta provenientes de los sindicatos de la CTM.
[5]Hernán Laborde (1896-1955), ferroviario, fue secretario del Partido Comunista Mexicano desde 1929. La escisión de la CTM se había producido en el IV Consejo Nacional de esta central. El conflicto se refería sobre todo al lugar del PC en el Frente Popular. El PC había fundado un “Comité de Organización del Frente Popular”. La CTM de Lombardo Toledano consideraba que el Frente Popular se realizaría en el interior del partido gubernamental reorganizado. El secretario de organización, Fidel Velázquez, excluía sistemáticamente a los comunistas de los puestos de mando. En el Consejo Nacional, anunció de entrada el rechazo a reconocer mandatos y delegados de varias organizaciones controladas por los miembros del PC, el sindicato de docentes, la alianza de los trabajadores del Estado, la Federación de Trabajadores de Nuevo León y los de La Laguna, etc.: algunas de ellas se habían constituido como sindicatos independientes sólo para aumentar el número de los mandatos controlados por el PC. Lombardo Toledano dio su apoyo a Velázquez. Los sindicatos más grandes (sobre todo los ferroviarios, mineros, petroleros, electricistas) dejaron la sesión para reunirse en “Consejo Nacional” en la sede de los ferroviarios y proclamarse la dirección de la CTM. Esta CTM bis que se pretendía la “única verdadera” tenía en su dirección tres secretarios de la CTM (sobre siete) de antes de la escisión.
[6]Earl Browder, secretario general del PC americano, miembro del Ejecutivo de la Internacional, era el responsable de los partidos comunistas del continente. Pronto tomó partido contra el PCM, publicando en el Daily Worker sólo la carta de Lombardo Toledano acusando a los comunistas mexicanos. Luego se dirigió a México en donde, al término de largas discusiones, obtuvo del comité central del 26 al 30 de julio una resolución autocrítica sobre la “unidad a cualquier precio”.
[7] El general Saturnino Cedillo (1890-1939), dinamitador de trenes devenido en general, antiguo ministro de agricultura, era el cacique de San Luis Potosí. La prensa comunista y la de la CTM lo acusaba de preparar una sublevación contra Cárdenas: el general era, sino fascista, al menos un reaccionario obtuso y brutal. José Vasconcelos (1881-1959), intelectual, antiguo rector de la universidad y ministro de educación, se había exiliado en EEUU y no había dejado de evolucionar hacia la derecha. Por el contrario, Antonio I. Villarreal (1879-1944), organizador antes de la guerra del Partido Liberal, fundador de la primera central sindical nacional, la CNT, presidente de la convención de Aguascalientes, no podía considerarse “fascista”. La amalgama entre él y estos dos hombres de extrema derecha era utilizada porque a pesar de no haber podido tomar parte de la Comisión Dewey por razones prácticas, había afirmado su solidaridad con los objetivos de la investigación y su indignación por las calumnias lanzadas contra Trotsky.
[8] Francisco Franco Bahamonde no sólo era uno de los jefes del pronunciamiento español de julio de 1936 sino que se había convertido rápidamente en caudillo de la España “nacionalista”. Se sabe de qué manera Stalin había utilizado la necesidad de armas de la República para dictar sus condiciones al gobierno.
[9] El único “teórico anarquista” asesinado en esta época era el italiano Camillo Berneri (1897-1937) arrestado en su domicilio y hallado muerto en la calle al día siguiente de las “jornadas de mayo”.
[10] Trotsky hace alusión al hecho de que algunos de los principales hombres de la GPU comprometidos en el asesinato de Ignace Reiss en septiembre de 1937 eran emigrados blancos como Sergei Efron y Vadim Kondratiev.
[11] Trotsky parece haber tenido la idea de que la GPU podía actuar del lado de Cedillo.
viernes, 27 de abril de 2012
Plan de Realización del Supremo Sueño de Bolívar
A. C. Sandino
20 de marzo de 1929
Proyecto Original que el Ejército Defensor de la
Soberanía Nacional de Nicaragua presenta a los
Representantes de los Gobiernos de los veintiún
Estados Latinoamericanos
EXORDIO
Variadas y diversas son las teorías para lograr, ya sea un acercamiento, ya una alianza, o ya una Federación, que comprendiendo a las veintiún fracciones de nuestra América integren una sola NACIONALIDAD. Pero nunca como hoy se había hecho tan imperativa y necesaria esa unificación unánimemente anhelada por el pueblo latinoamericano, ni se habían presentado las urgencias, tanto como las facilidades que actualmente existen para tan alto fin históricamente prescrito como obra máxima a realizar por los ciudadanos de la América Latina.
Ya hemos tenido oportunidad de declarar que se "cometió el primer error en nuestra América Indo Latina al no haberla consultado para la apertura del Canal de Panamá: pero todavía podemos evitar un error más con el Canal de Nicaragua."
Hondamente convencidos como estamos de que el capitalismo norteamericano ha llegado a la última etapa de su desarrollo, transformándose como consecuencia, en imperialismo, y que ya no atiende a teorías de derecho y de justicia pasando sin respeto alguno por sobre los inconmovibles principios de independencia de las fracciones de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, consideramos indispensable, más aún inaplazable, la alianza de nuestros Estados Latinoamericanos para mantener incólume esa independencia frente a las pretensiones del imperialismo de los Estados Unidos de Norteamérica, o frente al de cualquiera otra potencia a cuyos intereses se nos pretenda someter.
Antes de entrar en materia deseo que se me permita bosquejar aquí mismo en qué circunstancias, cómo y por qué concebimos la idea de la necesidad intransferible de efectuar una alianza entre nuestros Estados Latinoamericanos que proponemos en el presente proyecto.
Las condiciones en que se ha venido realizando nuestra lucha armada en Nicaragua contra las fuerzas invasoras norteamericanas y las de sus aliados nos dieron el convencimiento de que nuestra persistente resistencia larga de tres años, podría prolongarse por dos, tres, cuatro, o quién sabe cuántos más, pero que al fin de la jornada, el enemigo, poseedor de todos los elementos y de todos los recursos, habría de anotarse el triunfo, supuesto que en nuestra acción nos hallábamos solos, sin contar con la cooperación imprescindible, oficial o extraoficial, de ningún Gobierno de nuestra América Latina o la de cualquier otro país. Y fue esa visión sombría que nos impelió a idear la forma de evitar que el enemigo pudiera señalarse la victoria. Nuestro pensamiento trabajaba con la insistencia de un reloj, elaborando el panorama optimista de nuestra América triunfadora en el mañana.
Estábamos igualmente compenetrados de que el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica no abandonaría jamás sus impulsos para, atropellando la soberanía centroamericana, poder realizar sus ambiciosos proyectos en esa porción de nuestra América, proyectos de los que en gran parte depende el mantenimiento futuro del poderío norteamericano, aunque para ello tenga que pasar destruyendo una civilización y sacrificando innumerables vidas humanas.
De otro lado, Centroamérica aislada, menos aún Nicaragua, abandonada, contando sólo con la angustia y el dolor solidario del pueblo latinoamericano, podrían evitar el que la voracidad imperialista construya el Canal Interoceánico y establezca la base naval proyectados, desgarrando tierras centroamericanas. Al propio tiempo teníamos la clara visión de que el silencio con que los Gobiernos de la América Latina contemplaban la tragedia centroamericana, implicaba su aprobación tácita de la actitud agresiva e insolente asumida por los Estados Unidos de Norteamérica, en contra de una vasta porción de este continente, agresión que significa a la vez la norma colectiva del derecho a la propia determinación de los Estados Latinoamericanos.
Obrando bajo el influjo de estas consideraciones llegamos a comprender la necesidad absoluta de que el intenso drama vivido por las madres, esposas y huérfanos centroamericanos, despojados de sus seres más queridos en los campos de batalla de las Segovias por los soldados del imperialismo norteamericano, no fue estéril, tampoco defraudada, antes bien, se aprovechara para el afianzamiento de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, rechazando cuantos tratados, pactos o convenios se hayan celebrado con pretensiones de legalidad que lesionen, en una u otra parte, la soberanía absoluta tanto de Nicaragua como de los demás Estados Latinoamericanos. Para lograrlo, nada más lógico, nada más decisivo ni vital, que la fusión de los veintiún Estados de nuestra América en una sola y única nacionalidad latinoamericana, de modo de poder considerar dentro de ella, como consecuencia inmediata, los derechos sobre la ruta del Canal Interoceánico por territorio centroamericano y sobre el Golfo de Fonseca, en aguas también centroamericanas, así como aquellas otras zonas encerradas en la vasta extensión territorial que limitan el Río Bravo al Norte y el Estrecho de Magallanes al Sur, comprendidas las islas de estirpe latinoamericana, posibles de ser utilizadas, ya sea como puntos estratégicos, ya como vías de comunicación de interés común para la generalidad de los Estados Latinoamericanos. Empero, unidos a estos graves problemas que afectan la estabilidad autónoma de los Estados Latinoamericanos, lo que nos interesa salvar sin más dilaciones, son la base naval en el Golfo de Fonseca y la ruta del Canal Interoceánico a través de Nicaragua, lugares que en un día no remoto llegarán a constituir tanto el imán como la llave del mundo y, por consiguiente, de hallarse bajo la soberanía latinoamericana, serán un baluarte para la defensa de su independencia sin limitaciones y una válvula maravillosa para el desarrollo de su progreso material y espiritual rotundos.
Por ello, el proyecto de que conocerá esta magna asamblea, afronta la solución de los problemas planteados en los siguientes PUNTOS BÁSICOS.
PROYECTO
1) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA declara abolida la doctrina Monroe y, de consiguiente, anula el vigor que dicha doctrina pretende poseer para inmiscuirse en la política interna y externa de los Estados Latinoamericanos.
2) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA declara expresamente reconocido el derecho de alianza que asiste a los veintiún Estados de la América Latina Continental e Insular, y por ende, establecida una sola NACIONALIDAD denominada NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, haciéndose de ese modo efectiva la ciudadanía latinoamericana.
3) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana declara acordar el establecimiento de conferencias periódicas de representantes exclusivos de los veintiún Estados de la Nacionalidad Latinoamericana, sin tener ingerencia de ningún género en ellas otra u otras nacionalidades.
4) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana declara constituida la Corte de Justicia Latinoamericana, organismo que resolverá en última instancia sobre todos los problemas que afecten o puedan afectar en cualquier forma a los Estados Latinoamericanos y en los que la denominada Doctrina Monroe, ha pretendido ejercer su influencia.
5) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA resuelve que la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA tenga como sede el territorio centroamericano comprendido entre la ruta canalera interoceánica a través de Nicaragua y la Base Naval que pueda establecerse en el Golfo de Fonseca, sin implicar esto un privilegio especial para los Estados Centroamericanos, ya que al señalar tal reglón de nuestro América como asiento de la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, se persigue demostrar ante el mundo la vigilancia ejercida por los veintiún Estados Latinoamericanos en conjunto sobre aquella porción geográfica que en este caso es, como ninguna otra porción, punto estratégico para la defensa de la Soberanía integral de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA.
6) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados Integrantes de La Nacionalidad Latinoamericana declara reconocer como Suprema y única autoridad arbitral, a la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA en los casos de reclamaciones, litigios de límites y toda otra causa que en una u otra forma, afecte o pueda afectar la estrecha y sólida armonía que debe normar las relaciones de los veintiún Estados Latinoamericanos.
7) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA acuerda proceder a la inmediata organización de un EJÉRCITO compuesto por CINCO MIL DOSCIENTOS CINCUENTA ciudadanos pertenecientes a la clase estudiantil, entre los dieciocho y los veinticinco años de edad, contando con Profesores de Derecho y Ciencias Sociales. Estos Profesores, así como la totalidad de los componentes del citado ejército, deberán ser físicamente aptos para el servicio militar. Requisito indispensable para poder pertenecer al Ejército propuesto es el de poseer la CIUDADANÍA LATINOAMERICANA.
Este Ejército no constituye el efectivo de las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA, sino que la Base fundamental de los efectivos con que habrá de contar la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA para la defensa y el sostenimiento de su Soberanía.
La Base del efectivo de las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA constituye al propio tiempo una Representación simbólica del acuerdo existente entre los veintiún Estados Latinoamericanos, así como de su decisión por cooperar conjuntamente a la defensa de los intereses de la propia NACIONALIDAD LATINOAMERICANA.
8) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana, acuerda que cada uno de los veintiún Estados ante ella acreditados proporcione DOSCIENTOS CINCUENTA CIUDADANOS para la constitución del aludido Ejército.
9) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA acuerda que cada uno de sus Gobiernos mandantes aporte de sus Tesoros Públicos una cantidad fija y proporcional para el sostenimiento de la Base del efectivo de las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA.
10) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA acuerda investir al ciudadano Presidente de la Corte de Justicia Latinoamericana con el carácter de Comandante en Jefe de las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA.
11) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA aprueba que el período de duración de las funciones del ciudadano Presidente de la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, así como el Comandante en Jefe de las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA, sea de SEIS años, en la inteligencia de que por acuerdo expreso de los Representantes de los veintiún Estados Latinoamericanos ante la Corte de JUSTICIA LATINOAMERICANA, su mandato podrá ser revocado en caso de constituir su permanencia en tal alto cargo una amenaza para la buena marcha de las funciones que se tiene encomendados ese Tribunal Máximo.
12) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, acuerda que la elección de Presidente de la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, se efectuará en el orden siguiente: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Haití, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
13) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA estatuye que la elección de Presidente de la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, Comandante en jefe inmediato de las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA, será efectuada exclusivamente por los ciudadanos del Estado al cual corresponda designar el funcionario aludido en consideración a que son los ciudadanos Latinoamericanos de cada Estado, quienes se hallan más capacitados para conocer de las virtudes públicas y privadas del ciudadano a quien les toque elegir para tan alto cargo.
14) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, inviste a los Representantes de los Gobiernos de los veintiún Estados Latinoamericanos ante la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, del derecho de veto en caso de que la aceptación en el seno de este alto Tribunal del Presidente electo, implicara algún daño o perjuicio para la mejor realización de sus fines.
15) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, acuerda que la elección de los DOSCIENTOS CINCUENTA ciudadanos que habrán de representar a cada uno de dichos Estados en el seno de las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA se efectúe mediante la realización de concursos especiales convocarlos para el efecto por los Gobiernos de los veintiún Estados Latinoamericanos. Los DOSCIENTOS CINCUENTA ESTUDIANTES que en cada Estado resulten vencedores en los concursos, comprobando así sus aptitudes físicas e intelectuales serán los que cada uno de los veintiún Estados envíe como auténticos representantes suyos ante las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA.
16) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, acuerda que cada uno de los Gobiernos mandantes nombre un número determinado de Profesores de Derecho y Ciencias Sociales para ejercer sus funciones de tales de conformidad con el punto básico 7.
Los DOSCIENTOS CINCUENTA ciudadanos vencedores en los concursos de cada Estado serán quienes elijan de entre los componentes del Cuerpo de Profesores de su propio Estado, a aquel que habrá de representar a éste en el seno de la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA.
17) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA declara que una de las obligaciones fundamentales tanto de los componentes de la Corte de Justicia Latinoamericana como de los miembros de las FUERZAS de MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA, es la de rendir un informe detallado de sus actividades durante el período de su gestión ante las Conferencias de Representantes de los veintiún Estados Latinoamericanos que esta propia conferencia ha acordado deben realizarse periódica e intransferiblemente.
18) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA acuerda que tanto los componentes de la Corte de Justicia Latinoamericana como los de las Fuerzas de Mar y Tierra de la Alianza Latinoamericana, protestarán ante la Conferencia de Representantes de los veintiún Estados Latinoamericanos fidelidad a los principios constitutivos de la Nacionalidad Latinoamericana y a la Ley Orgánica y Reglamentos estatuidos para su funcionamiento comprometiéndose a velar y hacer velar con lealtad absoluta por la conservación de la Soberanía e independencia inalienables de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, cuya confianza le ha sido depositada.
19) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana acuerda que los grados y títulos otorgados por las fuerzas de Mar y Tierra de la Alianza latinoamericana a sus componentes serán reconocidos en todos y cada uno de los Estados Latinoamericanos en la plenitud de su validez.
20) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA acuerda que cada uno de los Gobiernos de los respectivos Estados ante ella acreditados, acepta la permanencia de un miembro de las Fuerzas de Mar y Tierra de la Alianza Latino americana, en sus Estados Mayores, patentizando así con una prueba más la vinculación existente entre cada uno de los Gobiernos de los veintiún Estados Latinoamericanos y las Fuerzas de la Alianza Latinoamericana.
21) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana, prescribe que a todos los componentes de las Fuerzas de Mar y Tierra de la Alianza Latinoamericana les está terminantemente prohibido, desde el día de su ingreso a dicho organismo, pertenecer a Partido Político alguno y desarrollar actividades de tal naturaleza dentro o fuera de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA.
22) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana acuerda facultar al Presidente de la Corte de Justicia Latinoamericana y Comandante de las Fuerzas de Mar y Tierra de la Alianza Latinoamericana para que pueda proponer a los Gobiernos de los veintiún Estados los Diplomáticos, técnicos en política internacional y expertos cuya capacidad haya sido prácticamente comprobada en los organismos señalados.
23) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA designa una COMISIÓN encargada de elaborar la LEY ORGÁNICA Y REGLAMENTOS que habrán de regir el funcionamiento, tanto de la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA COMO DE LAS FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA, poniéndolas en vigor previa su aprobación por los representantes de los Gobiernos de los veintiún Estados Latinoamericanos.
24) La Conferencia de los Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana declara que la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, así como las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA, reconocen y se esforzarán por mantener la soberanía absoluta de los veintiún Estados Latinoamericanos y que las gestiones que efectúen en uso de sus atribuciones no entrañan limitación a la Soberanía de ninguno de los Estados Latinoamericanos, ya que lo que pudiera considerarse como limitación a la expresada Soberanía absoluta se hace de acuerdo con el principio de NACIONALIDAD LATINOAMERICANA para formar la cual todos y cada uno de los Estados Latinoamericanos conceden a esta idea de defensa y bienestar comunes todo aquello que, sin lesionar en caso alguno las normas de la vida interior de cada Estado, tienda a robustecer y afianzar dicha NACIONALIDAD LATINOAMERICANA.
25) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA declara que en caso de guerra civil suscitada en cualquiera de los Estados signatarios del Pacto de Alianza, corresponde el derecho a las partes beligerantes para solicitar, si lo creyeran conveniente, contingentes armados de las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA; contingentes que, dado su carácter neutral, constituirán una garantía efectiva para todos aquellos que, siempre de existir una razón que lo justifique ante el concepto de la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, se desee poner fuera del dominio de las partes beligerantes.
26) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA declara terminantemente que la única capacitada para realizar las obras de apertura del Canal y la construcción de una Base Naval en el Golfo de Fonseca, en territorio Centroamericano, así como toda otra obra que implique una utilidad común para los veintiún Estados Latinoamericanos, es la Nacionalidad Latinoamericana en su provecho directo y sin comprometer en lo mínimo la Soberanía plena de algún o algunos Estados signatarios del Pacto de Alianza.
27) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana aclara que si el desarrollo material y los recursos económicos actuales no son por el momento suficientes para realizar la apertura de la vía de comunicación interoceánica por territorio centroamericano y el establecimiento de una Base Naval en el Golfo de Fonseca o en cualquier otro lugar estratégico para la defensa de la soberanía e Independencia de la Nacionalidad Latinoamericana, los Estados signatarios del pacto de ALIANZA, se reservarán la totalidad de los derechos para la construcción o establecimiento de las obras aludidas, comprometiéndose a que en ningún caso la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA permitirá la enajenación, venta, cesión o arrendamiento de las obras en cuestión o de otras cualesquiera que comprometan la estabilidad de la Soberanía e independencia latinoamericanas a potencia o potencias extrañas a la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA.
28) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana acuerda que al efectuarse cualquiera de las obras, ya sea el Canal Interoceánico, ya la Base Naval, la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA se compromete a exigir que la empresa o empresas encomendadas de dar realidad a tales obras, indemnicen a las ciudades de los Estados afectados si al efectuarse aquellas, sufrieren estos en sus vidas e intereses.
29) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA acuerda que, en los casos de agresión por una o varias potencias contra uno o varios Estados de la Nacionalidad Latinoamericana, los Estados Latinoamericanos procederán unánimemente a expresar su protesta oficial contra la o las potencias agresoras bajo la amenaza de que efectuarán el retiro inmediato o conjunto de sus representantes Diplomáticos.
30) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA aprueba que si después de producidas las representaciones de que habla el punto BÁSICO anterior, no se lograra la satisfacción exigida a la o las potencias agresoras, los Gobiernos de los veintiún Estados Latinoamericanos, procederán a la confiscación automática de los intereses e inversiones que la o las potencias agresoras tuvieren dentro de los límites de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, sosteniendo con el producto de tal expropiación la guerra a que diere lugar la agresión de la o las potencias extranjeras.
31) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA declara que los Gobiernos de los veintiún Estados usará para la defensa de la Soberanía Latinoamericana, en el caso de que un conflicto internacional no amerite el rompimiento de las hostilidades, el boicot económico contra la o las potencias que originaran la fricción cancelando tanto la adquisición como la venta de productos con la o las potencias que provocasen el empleo de esta medida.
32) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana acuerda adoptar como medida inmediata posterior a la firma del PACTO DE ALIANZA la Constitución de un Comité de Banqueros Latinoamericanos, oficialmente respaldado, que tenga por objeto elaborar y realizar el plan por medio del cual la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA logre, con fondos propios, cancelar los contratos que existan entre los Estados Latinoamericanos y los Estados Unidos de Norteamérica, haciéndose cargo dicho Comité de Banqueros de la construcción de obras, materiales y vías de comunicación y transporte, así como de la flotación de empréstitos que en virtud de los tratados ya existentes entre los Estados Latinoamericanos y los Estados Unidos de Norteamérica, los Gobiernos de los primeros necesitasen.
33) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana acuerda que la Nacionalidad Latinoamericana use de todos los medios Diplomáticos y pacíficos que las circunstancias aconsejen a fin de adquirir, por intermedio del Comité de Banqueros Latinoamericanos los derechos que pretenden mantener bajo el dominio de los EEUU., al canal de Panamá, quedando éste como consecuencia bajo el Dominio de la Soberanía absoluta de la Nacionalidad Latinoamericana.
34) La Conferencia de los Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA encomiendan a la Corte de Justicia Latinoamericana la misión de realizar una investigación minuciosa en los Estados de Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, Haití, Panamá, México, Honduras y Nicaragua, acerca de las pérdidas de vidas e intereses sufridos por ciudadanos Latinoamericanos en los mencionados Estados durante las ocupaciones e invasiones ordenadas por los diversos Gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica.
35) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA resuelve que de acuerdo con el informe que rinda la Corte de Justicia Latinoamericana, la Nacionalidad Latinoamericana proceda a exigir la desocupación inmediata y total de los Estados que se hallen intervenidos, recuperándose automáticamente las porciones territoriales empleadas por los Estados Unidos de Norteamérica como Bases Navales, centros de aprovisionamientos o en otras obras utilizadas para posibles agresiones y que entrañen menoscabo de la Soberanía de los Estados Latinoamericanos.
36) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA declara que ni la Corte de Justicia Latinoamericana ni ningún Estado en particular tomarán en consideración al realizar la investigación antes dicha la pretendida responsabilidad contraída por los Estados Latinoamericanos con el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica al defender aquellos, en el curso o durante las ocupaciones e invasiones efectuadas por las tropas de los Estados Unidos de Norteamérica, soberanías atropelladas, ya que las pérdidas de vidas e intereses norteamericanos, como consecuencia de tales agresiones, constituyen simplemente resultantes del ejercicio del derecho de defensa, inherente a todo pueblo agredido.
37) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, acuerda adoptar las medidas conducentes a que el ingreso de ciudadanos de los Estados Unidos de Norteamérica en territorio Latinoamericano, no entrañe por ningún motivo una amenaza a los intereses de cualquier género de la Nacionalidad Latinoamericana, evitando asimismo que el Capital financiero norteamericano penetre en los Estados Latinoamericanos en forma de inversiones, o en otras formas distintas, liquidando de este modo el empleo por el Gobierno yanqui del socorrido recurso de "proteger las vidas e intereses de norteamericanos" para violar la Soberanía de los Estados Latinoamericanos.
38) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA acuerda realizar la unificación de las tarifas aduanales de los veintiún Estados, efectuando además, sobre el arancel ya unificado, un descuento del 25% para las exportaciones e importaciones de los productos de los veintiún Estados en los mercados de la Nacionalidad Latinoamericana. Las expresiones de cultura, libros, revistas, cuadros y demás obras necesarias para el desarrollo de las ciencias y artes gozarán de la más absoluta franquicia en los veintiún Estados Latinoamericanos.
39) La Conferencia de los Representantes de los veintiún Estados integrantes de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA acuerda que los Gobiernos de ella acreditados efectúen un intercambio metódico de estudiantes de Ciencias Económicas y Sociales de los veintiún Estados Latinoamericanos de modo que cada uno de éstos cree las becas correspondientes a determinado número de estudiantes para cada Estado.
40) La Conferencia de los Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana acuerda que los Gobiernos ante ella acreditados fomenten de manera especial el turismo latinoamericano de manera de promover el acercamiento y mutuo conocimiento entre los ciudadanos de los veintiún Estados Latinoamericanos, concediéndoseles a los turistas, entre otras ventajas, una rebaja del 10% en los ferrocarriles, vapores y aviones y demás medios de comunicación y transporte que existan o se establezcan en los veintiún Estados de nuestra América.
41) La Conferencia de los Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana acuerda nombrar una Comisión especial con el fin de que ésta elabore las Bases y convoque los concursos a que hubiere lugar para dar oportunidad así a que los intelectuales y cientistas latinoamericanos sean quienes presenten las fórmulas sobre las cuales deberá constituirse el Comité de Banqueros Latinoamericanos, la manera mejor de promover el mutuo conocimiento entre los veintiún Estados Latinoamericanos, el modo de reincorporar el Canal de Panamá a la Nacionalidad Latinoamericana y, en general, elaborar las bases especiales sobre cada una de las iniciativas encerradas en este PROYECTO y que las necesiten.
42) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana proclama reconocer bajo la denominación de BANDERA DE LA NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, la que en la misma Conferencia tiene la honra de presentar el EJERCITO DEFENSOR DE LA SOBERANÍA NACIONAL DE NICARAGUA. Ella expresa en un armonioso conjunto de colores el símbolo de la fusión de cada una de las enseñas de los veintiún Estados Latinoamericanos hoy congregados en una sola, fuerte y gloriosa Nacionalidad.
43) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana adopta como lema oficial de la ALIANZA LATINOAMERICANA encargada en la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA y en las FUERZAS DE MAR Y TIERRA DE LA ALIANZA LATINOAMERICANA aquel que interpretando el fecundo destino de la nacionalidad que insurge en la historia del mundo marcando nuevos derroteros, adoptara la vibrante nueva generación mexicana, como lema de hondas inquietudes creadoras: "POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU".
44) La Conferencia de Representantes de los veintiún Estados integrantes de la Nacionalidad Latinoamericana, que reúne en fraternal acercamiento a los Gobiernos y pueblos de los veintiún Estados, aclara como denominación del lugar en que habrá de tener su Sede la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, la de SIMÓN BOLÍVAR, elevando asimismo como un homenaje de admiración al recuerdo de este egregio realizador de la independencia Latinoamericana, en el Salón de Honor de la CORTE DE JUSTICIA LATINOAMERICANA, un monumento coronado por la prócer figura del máximo forjador de pueblos libres.
CONCLUSIÓN
Ciudadanos Representantes de los veintiún Estados Latinoamericanos:
Al dejar expuesto el PROYECTO original que el Ejército defensor de la Soberanía de Nicaragua presenta ante esta magna asamblea con el alto propósito de realizar La alianza de inaplazables urgencias entre los veintiún Estados dispersos de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA, nos hallamos plenamente conscientes de la enorme responsabilidad histórica que contraemos con nuestra América y con el Mundo. Por ello, no hemos intentado la exposición de un plan fantasioso y aventurado, sino que, interpretando nuestra realidad, nos hemos esforzado por hacer de este PROYECTO alto, efectivo y capaz de afrontar la solución de nuestros problemas más inmediatos afrontando antes que nada la necesidad imperativa de realizar la unánimemente ansiada ALIANZA LATINOAMERICANA, a la que sólo pueden oponerse teorías de un lamentable escepticismo y de escaso alcance en la política interna y exterior de nuestros Estados.
Afirmados en la realidad, proponemos una ALIANZA y no una CONFEDERACIÓN de los veintiún Estados de nuestra América. Comprendemos que para llegar a este gran fin precisa, primero que nada, la fundamentación de una Base elemental que la ALIANZA presentará. Esta no es, pues, la culminación de nuestras aspiraciones. Constituye únicamente el primer paso en firme para otros venideros y fecundos esfuerzos de nuestra NACIONALIDAD.
Quizá los hombres poseedores de ideas avanzadas y universales, pensarán en que nuestros anhelos encontraron fronteras en la extensión geográfica limitada por el Río Bravo al Norte y el Estrecho de Magallanes en el Sur de nuestra América. Pero mediten ellos en la necesidad vital que tiene nuestra América Latina de realizar una ALIANZA, previa a una CONFEDERACIÓN de los veintiún Estados que la integran, asegurando de este modo nuestra libertad y nuestra Soberanía interiores amenazadas por el más voraz de los imperialismos, para cumplir seguidamente con el gran destino de la NACIONALIDAD LATINOAMERICANA ya culminada, como tierra de promisión para los hombres de todos los pueblos y de todas las razas.
El Chipotón, Las Segovias, Nicaragua, C. A., a los veinte días del mes de marzo de mil novecientos veintinueve.
PATRIA Y LIBERTAD
lunes, 23 de abril de 2012
EL ADVENIMIENTO DEL PUEBLO
por José María Rosa
El problema, nuestro grave problema político, fue que la nacionalidad no era comprendida o era rebajada, por la clase ilustrada de la población, mientras se manifestaba precisa y fuertemente en la clase popular. Por supuesto que estoy haciendo una apreciación general, que admite todas las excepciones individuales posibles: así, casi todos los caudillos populares (Artigas, Ramírez, Güemes, Quiroga, Rosas, etc.), salieron de la clase elevada, pero se consustanciaron con el pueblo, que interpretaron y condujeron. De la misma manera que en Roma, los grandes jefes del partido popular: los Graco, Mario, Julio César; pertecieron al más rancio patriciado. Vuelvo a repetirlo: los aristócratas son conductores de pueblos, son cabeza de un agrupamiento social en la medida en que lo comprenden y lo conducen.
Vuelvo al tema: con sus necesarias excepciones podemos trazar una línea de separación entre la posición con el pueblo y la de espaldas al pueblo. Muéstrase el carácter popular, consustancial a la argentinidad, en los grandes caudillos de nuestra historia; los primeros en el orden tiempo fueron Artigas en el litoral y Güemes en el Norte. Eran conductores de muchedumbres, y eran federales; esto último, porque defendían sus comunas contra Buenos Aires, asiento del Directorio.
Los Caudillos Populares
Los detractores de los caudillos han dicho – todavía hay quienes lo repiten; pero ya son pocos, muy pocos – que sus gobiernos significaban la barbarie. Si precisamos qué es “barbarie”, nos encontramos con que eran bárbaros porque eran obstinadamente argentinos. También nos han dicho que eran atrasados, reaccionarios y otros términos semejantes. Este “atraso” se debería a que gobernaban sus provincias de acuerdo con constituciones o leyes constitucionales en las cuales no estaban muy separadas las funciones de lo poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Se horrorizaban de que el caudillo-gobernador lo fuera casi todo: comandara los ejércitos, reformara las leyes y entendiera en apelación de los pleitos fallados por los alcaldes de los cabildos. “¡Qué diría Montesquieu ante el Estatuto Constitucional que dio Estanislao López en 1819 a la provincia de Santa Fe!”, ha escrito muy seriamente un profesor de historia constitucional. Yo no sé lo que diría Montesquieu, pero sé que Santa, Fe no era París, ni era Londres, ni era Filadelfia, y que en 1819 era una comuna que luchaba denodadamente tras de su caudillo, por su autnomía y su derecho a vivir. Y sé, además, que después tuvo Santa Fe constituciones muy bonitas, en las cuales los poderes estaban correctamente separados, pero que siempre el gobernador hizo las leyes y falló en definitiva los pleitos. Una cosa es la realidad y otra le papel escrito.
Bien; convengamos en que las constituciones de los caudillos eran atrasadas desde el punto de vista de la separación de los poderes. Pero hay otros aspectos constitucionales que no parecen haber sido tomados muy en cuenta por quienes formulan la crítica. El primero de ellos es el sufragio universal, correctamente establecido y cumplido en la Constitución de Santa Fe que he mencionado, como también en las otras provincias federales argentinas. Debemos concluir, por lo tanto, que Estanislao López es más “adelantado” en esto que el propio Montesquieu, que nada dice del sufragio universal en su Espíritu de las Leyes, y que Santa Fe señalaba rumbos a Filadelfia, a París o a Londres en este punto.
El Sufragio Universal
Si hay una institución política típicamente Argentina, es ésta del sufragio universal, que aquí se practicó cuando en otras partes votaban solamente los ricos o los que pagaban determinados impuestos. Nuestro derecho político, nuestro auténtico derecho constitucional (no el que hemos copiado de otras partes) se basa precisamente en el voto general, en la elección del caudillo por eclosión del demos. No será muy liberal (muy liberal-burgués), pero nadie puede negar que es muy democrático. “Democrático” no quiere decir separación de poderes: quiere decir gobierno del pueblo y para el pueblo. En 1819 no había gobierno democrático ni en Estados Unidos de América, ni en Francia, ni en Inglaterra. Lo había, sí, en el Santa Fe de Estanislao López, en la Salta de Güemes, en la provincia Oriental de José Gervasio de Artigas.
Por eso los unitarios fueron contrarios al sufragio universal. La Constitución de Rivadavia de 1826 descartaba el voto a los asalariados, peones, domésticos y soldados”, es decir los 19 vigésimas partes. Se le daba únicamente a los ricos (argentinos o extranjeros con cierta residencia). Era la “aristocracia del dinero”, como pudo decir Dorrego en las sesiones del Congreso, oponiéndose inútilmente a esta medida. Contra los unitarios votó el viejo Passo, reliquia de la Junta de Mayo, “porque el pueblo es el que ha hecho la Revolución y el que la ha defendido en la guerra”. Años después, Esteban Echeverría, al que tantos homenajes acaban de hacerle los grupos minoritarios de nuestro medio, decía en su Dogma socialista: “El sufragio universal es absurdo”. Claro: era la eliminación de la minoría del gobierno, de esa minoría que no sabía dirigir al pueblo, que obstinadamente se colocaba en contra del pueblo, y era absurdo porque Echeverría era parte de ella.
Pero el gobierno de la minoría se vino abajo con estrépito.
Todo el edificio “construido por Rivadavia en la arena” – como dice Sarmiento – “se desmoronó”. Y agrega una frase de honda verdad y de claro estilo: “A Rosas le bastó con agitar la pampa”. Lo dijo despectivamente porque trataba a la pampa despectivamente. Pero ésa fue la gran verdad: Rosas agitó la pampa, y todo el artificio se vino al suelo.
El Caudillo
Llegó el pueblo al plano político al cumplir la obra de 1810, y los caudillos sustituyeron a los hombres “de las luces” en la realidad del gobierno.
Tanto se ha dicho y se dice que los caudillos, especialmente Rosas, representan la contrarrevolución, la “negación del espíritu de Mayo”, que la frase que acabo de decir parecerá una paradoja a muchos. No tengo la culpa de que sea una gran verdad. La revolución nacional y popular de Mayo sería continuada por los caudillos.
Si el espíritu de Mayo fuera el que vio Echeverría, claro es que Rosas representa la negación de ese espíritu. Echeverría es un hombre que niega el sufragio universal, que en el mismo libro dice “la patria es el universo”. Para él que no había vivido en la Revolución, el “espíritu de Mayo” es el colonialismo espiritual de Francia y el predominio de la que llama la parte “sensata y racional de la población”, la minoría de que he hablado. Pero yo entiendo que Mayo es precisamente lo contrario de lo que creyó Echeverría: es la afirmación de la nacionalidad, y es el gobierno del pueblo en el orden político.
Capitulo quinto de El Revisionismo Responde
Suscribirse a:
Entradas (Atom)