martes, 6 de septiembre de 2011
POR LA REORGANIZACIÓN DE LA SECCION MEXICANA
por León Trotsky
15 de abril de 1938[1]
Querido camarada Cannon*:
¿Puedo hacer algunas propuestas respecto a la situación mexicana?[2]
1. Sería muy bueno si nuestro partido se dirigiese al Partido Laborista británico, a los sindicatos, al Partido Laborista Independiente, etcétera, con la propuesta de oponerse vigorosamente a la política de Chamberlain en el asunto del petróleo[3]. Nuestro partido podría asumir el papel dirigente en esta cuestión.
2. Vuestra participación en el mitin aquí[4] tuvo un resultado “inesperado”. Galicia*, en nombre de la Liga restaurada, publicó un manifiesto en el cual atacaba a Cárdenas por su política de compensar a los capitalistas expropiados y colocó este manifiesto principalmente en los muros de la Casa del Pueblo[5]. Tal es la “política” de esta gente.
No sé si ellos han contestado su carta sobre la expulsión del grupo de Fernández*. En todo caso ellos continúan llamándose sección de la Cuarta Internacional. En mi opinión, la Conferencia Panamericana no debe reconocerlos, sino designar una comisión para la reorganización de la sección mexicana. Pero es necesario enviar al menos un responsable que pueda permanecer aquí al menos dos o tres meses. Mientras más pronto lo manden, mejor[6]. Usted sabe que el proyecto de una revista teórica en español fue retrasado por la crisis de la Liga. Esta revista no debería ser, por lo menos al principio, un órgano oficial de la Cuarta Internacional, sino el órgano de un bloque de los integrantes de la Cuarta Internacional con algunos simpatizantes como los hermanos Zamora* y otros, con el objeto de proteger a la revista de los intentos de los grupos y pandillas locales. Debe ser organizada no como una revista mexicana, sino latinoamericana bajo el control oficial del Comité Panamericano, que puede designar a Diego (Rivera) y su representante (Curtiss*) a la redacción de la revista. Tal decisión es muy urgente[7].
Mis mejores deseos.
Hansen (Trotsky)
[1] Tomada de la versión publicada en Escritos, Tomo IX, pág. 457, Editorial Pluma. De los archivos de James P. Cannon.
[2] 2 La situación de los partidarios de la IV Internacional en México era más bien preocupante. Esta sección, que había vegetado durante mucho tiempo, se desarrolló en 1936 contando con una centena de miembros por ese período, sobre todo obreros de la construcción. Un folleto (inspirado por L. Galicia) contra la carestía de la vida que llamaba a una “acción directa” contra el gobierno provocó una grave crisis.
Mediante una carta del 12 de junio Trotsky había roto sus relaciones con esta sección (ver pág. 53), Galicia renunció al Buró Político en julio. Se produjo una escisión en el Sindicato de la Construcción y numerosos militantes lo abandonaron. El 12 de febrero de 1938, con la oposición de Octavio Fernández, el grupo -algunas decenas- eligió una dirección de tres personas (Galicia, Velásquez, Rivera), y el 19, decidió la exclusión de Rivera de la dirección. Frente a la protesta de Rivera y Fernández, los partidarios de Galicia respondieron que tenían claro que “la línea revolucionaria de la organización estaba definida por las necesidades de la estadía de Trotsky en México”. Al arribo de la comisión de tres dirigentes del SWP, Rivera había propuesto por carta confiar la cuestión a esta “Comisión del Secretariado Internacional”. La respuesta de Galicia consistió en proponer la disolución de la Liga Comunista Internacionalista y fundar en su lugar un “Centro de Estudios”. Fue votada por 30 votos contra 7: por lo tanto no había más “sección mexicana”.
Por la época en que Cannon y sus camaradas estuvieron en México, la “Comisión del SI” (Cannon, Dunne, Shachtman), sólo encontró a Diego Rivera y Octavio Fernández el 25 de marzo... No obstante, rápidamente Galicia y sus amigos “reconstituirían” la Liga.
[3] En marzo de 1938, el gobierno mexicano nacionalizó las propiedades petroleras extranjeras. En represalia, los gobiernos británico y norteamericano impusieron un embargo al petróleo mexicano conjuntamente con las compañías petroleras que poseían barcos tanques para enviar el petróleo al extranjero. Al mismo tiempo, iniciaron una campaña de calumnias en Gran Bretaña y en Estados Unidos que facilitaría la intervención armada en México. En 1941 los gobiernos mexicano y norteamericano llegaron a un acuerdo para la indemnización de las compañías petroleras norteamericanas; en 1947 se alcanzó un acuerdo similar con Gran Bretaña. El Partido Laborista británico, fundado en 1906 y afiliado a la Segunda Internacional, era la principal fuerza opositora a la mayoría conservadora en el parlamento.
[4]Durante su estadía en México, Cannon y Shachtman, tomaron la palabra el 30 de marzo, en un mitin de apoyo a la nacionalización de las empresas petroleras, en la Casa del Pueblo.
[5]La Casa del Pueblo era la oficina principal de un sindicato de panaderos que sirvió como centro de unión del ala izquierda en la ciudad de México.
[6] La Conferencia Panamericana declaró que no existía una sección de la Cuarta Internacional en México. La conferencia de fundación de la Cuarta Internacional en setiembre ordenó al Secretariado Internacional reorganizar la sección mexicana sobre la base de la aceptación de las decisiones de la conferencia de fundación y la disciplina de la Cuarta Internacional. La Conferencia Panamericana decidió enviar a Charles Curtiss a México como representante de la pre-conferencia y del SWP y el Secretariado Internacional. Estuvo allá de julio de 1938 a julio de 1939.
[7] El Comité Panamericano fundó la revista Clave como órgano de todas las secciones de habla española de la Cuarta Internacional. Adolfo y Francisco Zamora, José Ferrel, Diego Rivera, Octavio Fernández y Trotsky (quien usó el nombre de Crux para evitar el cargo de interferir en los asuntos internos de México) eran sus directores.
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