martes, 20 de septiembre de 2011

Opinión Pública y Democracia

por Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina

17/11/1941

Proponemos un auténtico ideal democrático. El sometimiento de las fuerzas de la finanza al interés colectivo. El Estado que queremos debe ser fuerte para hacernos libres. No el Estado totalitario cuyo fin es ahogar al hombre para realizarse, sino el Estado que ahoga la tiranía del dinero para realizar al hombre, y así en el terreno de la formación de la opinión pública, la solución democrática consistirá en sustituir la libertad de empresa periodística o radiotelefónica, que es la libertad de los grupos plutocráticos para hacer su prensa o su radio e impedir toda otra, por la libertad de prensa sólo lograble cuando ella no tenga que depender de los intereses capitalistas.

Entre la libertad condicionada al interés de los privilegiados y la tiranía totalitaria que se ofrece como contrafigura , está la libertad como única solución. Y entre la dictadura de los plutócratas y la dictadura de los cabos y sargentos, está como única solución democrática la soberanía del pueblo que necesita, sí, libre manifestación de su voluntad, pero también libre formación de su conciencia.

Solución ésta que requiere una Argentina liberada ya que, como dije antes, la finanza es extranjera. El problema que en los países plutocráticos es un problema puramente interno, entre nosotros está vinculado a la existencia de una soberanía nacional auténtica. Necesitamos liberar a la Nación para liberarnos dentro de ella.


Sexto Aniversario de FORJA

junio 1941

Día a día hemos visto crecer el público alrededor de nuestras tribunas callejeras, sin prensa porque nos está negada la información que no se niega al más insignificante comité de barrio; sin radiotelefonía porque a ningún precio se nos ha permitido el acceso a ella. El idioma que hablábamos, que era sólo el de una pequeña minoría, y hasta parecía exótico, hoy es el lenguaje del hombre de la calle. Puedo decirles en este aniversario que estamos celebrando el triunfo de nuestras ideas. Pero estamos constatando al mismo tiempo nuestro fracaso como fuerza política: no hemos llegado a lo social, la gente nos comprende y nos apoya, pero no nos sigue. Hemos sembrado para quienes sepan inspirar la fe y la confianza que nosotros no logramos. No importa, con tal que la labor se cumpla.

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