miércoles, 29 de mayo de 2013

Diálogo entre Jose Artigas y Manuel Sarratea



JOSE ARTIGAS AL GENERAL DEL EJERCITO DE OPERACIONES DEL NORTE, MANUEL DE SARRATEA

AYUI, JULIO 16 DE 1812

Excelentísimo señor:
Hoy mismo será vuestra excelencia dado a reconocer en la orden por General en Jefe del Ejército de Operaciones del Norte, en cumplimiento de la determinación superior del Gobierno que vuestra excelencia me manifiesta en oficio de ayer, la hora en que lo recibí ha causado esta demora. Entretanto ya tengo la honra de felicitar a mi Patria, a vuestra excelencia y a mi, no dudando se admitirá en las gracias de este día mi total separación, objeto único de mis anhelos, a este efecto devuelvo a vuestra excelencia esos despachos con que el Gobierno representativo de la Patria quiso honrarme en diferentes tiempos y maneras.
Nada resta a mis desvelos por llenar los deberes que me impuse, sólo me queda un corazón para el reconocimiento de aquellos honores, dígnese vuestra excelencia recibirlo con la sinceridad con que se lo presento, ella es bastante para garantir esta conducta y ella puede dar una idea de mi gozo al yerme ya como un Ciudadano particular.
Dios guarde a vuestra excelencia muchos años,
Ayuí, 16 de julio de 1812. Excelentísimo Señor José Artigas al Excelentísimo Señor Representante Don Manuel de Sarratea General del Ejército de Operaciones del Norte.



MANUEL DE SARRATEA A JOSE ARTIGAS

SALTO CHICO, JULIO 16 DE 1812 

Devuelvo a vuestra señoría los Despachos queme ha dirigido con oficio de esta data. Yo no puedo deferir a la total separación que vuestra señoría solicita. Si vuestra señoría insiste en ella debe dirigirse para conseguirla al Gobierno Superior de las Provincias unidas, elevándose al efecto la Representación conveniente.
Dios guarde a vuestra señoría muchos años.
Salto Chico, julio 16 de 1812.
Manuel de Sarratea. Señor General Don José Artigas.



JOSE ARTIGAS A MANUEL DE SAREATEA

AYUI, JULIO 17 DE 1812

EXCELENTISIMO Señor:
Yo he respetado y respeto en vuestra excelencia la autoridad representativa de la Patria, y por eso tuve la honra de dirigirme ayer a vuestra excelencia devolviéndole mis Despachos.
 Bajo ese mismo concepto repito lo mismo ahora. Dígnese vuestra excelencia a admitir esa muestra; mi desinterés. Yo he salvado a mi Patria. Esta es la lisonja más digna de mi honor. Sólo me resta para llenar mis desees, y recoger el fruto de mis fatigas poner a mis conciudadanos en la tranquilidad de sus hogares. Si vuestra excelencia hace un mérito de mis servicios, y quiere dignarse demostrar su aprecio, permítame repasar con ellos el Uruguay, puesto que las tropas portuguesas han emprendido ya su retirada. Este movimiento asegurará a vuestra excelencia la campaña para sus proyectos ulteriores, al paso que excitará el reconocimiento universal de estos hijos de los trabajos, después de ver nacido por ellos el día venturoso, que fija el período de nuestras glorias.
Tengo el honor de ser de vuestra excelencia afectísimo venerador. Ayuí, 17 de julio de 1812,
Excelentísimo Señor José Artigas al Excelentísimo Señor don Manuel de Sarratea Representante Presidente y General en jefe.



MANUEL DE SARRATEA A JOSE ARTIGAS


SALTO CHICO, JULIO 17 DE 1812 

EL RESPETO a la autoridad representativa de la Patria no se califica sino con el puntual cumplimiento de las órdenes que emanan de ella. El día quince comuniqué a vuestra señoría la conveniencia para que se me diese a reconocer por General en jefe de este Ejército de Operaciones, del mismo modo que al jefe del Estado Mayor general don Francisco Javier de Viana y al Comisario don Santiago Vázquez. Ayerme participó vuestra señoría en oficio del día, que no se había ejecutado mi disposición del anterior por haber llegado tarde, pero que quedaría cumplida en el mismo día de ayer lo que no se ha verificado, sino que en el Campo de vuestra señoría hasta esta hora se hallaba el Ejército sin Santo ni Contraseña, informulidad capaz de ocasionar una dislocación en el servicio, de no haberla yo prevenido en tiempo. Vuestra señoría me avisará en consecuencia sin pérdida de instantes si se ha cumplido o no mi citada resolución del día 15 en lo respectivo a los demás Cuerpos del Ejército.
Cuando en el oficio de esta data veo insistir a vuestra señoría en la misma separación que le reproché ayer; no puedo en verdad conciliar esta conducta con los principios que vuestra señoría proclama en el mismo oficio. Si el haberme vuestra señoría remitido sus Despachos, y ocurrido a mí oficialmente para que accediese a su separación omnímoda, fue producido por el conocimiento que manifiesta tener vuestra señoría de que en mi persona residía la autoridad representativa de la Patria, bastante para ejecutar aquella dimisión, debió vuestra señoría para proceder de acuerdo y con sucesiva consonancia haberse retraído de insistir en la separación, atendida mi respuesta decisiva de que no podía deferir a ella, o haber elevado su solicitud (caso de inculcar en esta) al Gobierno Superior de las Provincias Unidas, siguiendo el tenor expreso de mi prevención.
Yo reproduzco a vuestra señoría en esta parte mi oficio del día de ayer, con la circunstancia de ser este un asunto concluido, que no debe dar lugar a ulteriores discusiones.
Me dice vuestra señoría que ha salvado su Patria, y que esta es la lisonja más digna de su honor. Prescindiendo de la inconducencia de este recuerdo con el negocio de que se trata, yo por ahora no podré decir otro tanto, no porque desconozca los recomendables servicios que ha practicado vuestra señoría en obsequio de ella, sino porque creo que no está salvada aún, y porque preveo que no se salvará sin los esfuerzos unidos de todos sus hijos. El conseguir esa concurrencia simultánea, y dar una prudente dirección a La gran masa de recursos, que proporcionarán aquellos esfuerzos unidos, debe ser en verdad nuestra mayor vanagloria, y la lisonja más digna de nuestro honor. EL restituir a vuestros conciudadanos la tranquilidad de sus hogares, aliviar sus desgracias y mejorar su suerte son objetos dignos de la primera consideración del Gobierno de las Provincias Unidas. Si es evidentemente notorio que nunca los ha perdido de vista, no lo es menos, que ese mismo Gobierno es ciánico que se halla en posesión de los medios necesarios para conseguir los objetos preferentemente indicados.
No puedo acceder a la solicitud de vuestra señoría de pasar el Uruguay en la forma que me propone. Así que yo reúna los auxilios necesarios para marchar, y que esas Divisiones de Patriotas voluntarios se hayan arreglado del modo que exige el personal interés de los individuos que las componen, y el general del Estado, me moveré con todo el Ejército hasta las Murallas de Montevideo, donde se proporcionarán a vuestra señoría nuevas ocasiones de arrostrar peligros y adquirir laureles.
Últimamente no puedo dejar de poner en la consideración de vuestra señoría que el modo que no se malogren sus recomendables servicios es el que no se retraiga vuestra señoría de continuarlos. Nunca más que ahora reclama la Patria por el imperio de las circunstancias actuales. Esta se halla amenazada por todas partes de horribles maquinaciones, que tienen por objeto el exterminio total. Una combinada unidad de ideas y esfuerzos de todos sus hijos es la única áncora que puede libertarla de este naufragio político. Estas consideraciones deben aquietar el ánimo de vuestra señoría cuyo patriotismo interpela por mi boca la salud pública, para que contribuya conmigo a la consolidación de la obra grande, objeto de nuestros comunes desvelos,
Dios guarde a vuestra señoría muchos años Salto Chico, julio 17 de 1812.
Manuel de Sarratea - Al Señor Coronel don José Artigas.



JOSE ARTIGAS A MANUEL DE SARRATEA


AYUI, JULIO 18 DE 1812

Yo se muy bien, que el respeto a la autoridad representativa de la Patria no se califica sino con el puntual cumplimiento; las órdenes que emanan de ella. Me lisonjeo haber obrado siempre con arreglo a este principio, y no sé sobre qué cae la increpación que se sirve hacerme vuestra excelencia en oficio de ayer acerca de ello.
Si el reconocimiento de vuestra excelencia por General en Jefe no fue transmitido al Campo de Vanguardia, sólo ha podido ser porque creí a su jefe bastante militar, y que sin haberlo ya reconocido, no se abstendría de darme el Parte diario, ni de venir a buscar los Santos desde anteayer. Con esta fecha va ya la orden competente.
Dios guarde a vuestra excelencia muchos años
Ayuí, 18 de julio de 1812.
excelentísimo señor José Artigas. —Al excelentísimo señor don Manuel de Sarratea Representante Presidente y General en jefe.

No hay comentarios: