miércoles, 29 de mayo de 2013

Diálogo entre Jose Artigas y Manuel Sarratea



JOSE ARTIGAS AL GENERAL DEL EJERCITO DE OPERACIONES DEL NORTE, MANUEL DE SARRATEA

AYUI, JULIO 16 DE 1812

Excelentísimo señor:
Hoy mismo será vuestra excelencia dado a reconocer en la orden por General en Jefe del Ejército de Operaciones del Norte, en cumplimiento de la determinación superior del Gobierno que vuestra excelencia me manifiesta en oficio de ayer, la hora en que lo recibí ha causado esta demora. Entretanto ya tengo la honra de felicitar a mi Patria, a vuestra excelencia y a mi, no dudando se admitirá en las gracias de este día mi total separación, objeto único de mis anhelos, a este efecto devuelvo a vuestra excelencia esos despachos con que el Gobierno representativo de la Patria quiso honrarme en diferentes tiempos y maneras.
Nada resta a mis desvelos por llenar los deberes que me impuse, sólo me queda un corazón para el reconocimiento de aquellos honores, dígnese vuestra excelencia recibirlo con la sinceridad con que se lo presento, ella es bastante para garantir esta conducta y ella puede dar una idea de mi gozo al yerme ya como un Ciudadano particular.
Dios guarde a vuestra excelencia muchos años,
Ayuí, 16 de julio de 1812. Excelentísimo Señor José Artigas al Excelentísimo Señor Representante Don Manuel de Sarratea General del Ejército de Operaciones del Norte.



MANUEL DE SARRATEA A JOSE ARTIGAS

SALTO CHICO, JULIO 16 DE 1812 

Devuelvo a vuestra señoría los Despachos queme ha dirigido con oficio de esta data. Yo no puedo deferir a la total separación que vuestra señoría solicita. Si vuestra señoría insiste en ella debe dirigirse para conseguirla al Gobierno Superior de las Provincias unidas, elevándose al efecto la Representación conveniente.
Dios guarde a vuestra señoría muchos años.
Salto Chico, julio 16 de 1812.
Manuel de Sarratea. Señor General Don José Artigas.



JOSE ARTIGAS A MANUEL DE SAREATEA

AYUI, JULIO 17 DE 1812

EXCELENTISIMO Señor:
Yo he respetado y respeto en vuestra excelencia la autoridad representativa de la Patria, y por eso tuve la honra de dirigirme ayer a vuestra excelencia devolviéndole mis Despachos.
 Bajo ese mismo concepto repito lo mismo ahora. Dígnese vuestra excelencia a admitir esa muestra; mi desinterés. Yo he salvado a mi Patria. Esta es la lisonja más digna de mi honor. Sólo me resta para llenar mis desees, y recoger el fruto de mis fatigas poner a mis conciudadanos en la tranquilidad de sus hogares. Si vuestra excelencia hace un mérito de mis servicios, y quiere dignarse demostrar su aprecio, permítame repasar con ellos el Uruguay, puesto que las tropas portuguesas han emprendido ya su retirada. Este movimiento asegurará a vuestra excelencia la campaña para sus proyectos ulteriores, al paso que excitará el reconocimiento universal de estos hijos de los trabajos, después de ver nacido por ellos el día venturoso, que fija el período de nuestras glorias.
Tengo el honor de ser de vuestra excelencia afectísimo venerador. Ayuí, 17 de julio de 1812,
Excelentísimo Señor José Artigas al Excelentísimo Señor don Manuel de Sarratea Representante Presidente y General en jefe.



MANUEL DE SARRATEA A JOSE ARTIGAS


SALTO CHICO, JULIO 17 DE 1812 

EL RESPETO a la autoridad representativa de la Patria no se califica sino con el puntual cumplimiento de las órdenes que emanan de ella. El día quince comuniqué a vuestra señoría la conveniencia para que se me diese a reconocer por General en jefe de este Ejército de Operaciones, del mismo modo que al jefe del Estado Mayor general don Francisco Javier de Viana y al Comisario don Santiago Vázquez. Ayerme participó vuestra señoría en oficio del día, que no se había ejecutado mi disposición del anterior por haber llegado tarde, pero que quedaría cumplida en el mismo día de ayer lo que no se ha verificado, sino que en el Campo de vuestra señoría hasta esta hora se hallaba el Ejército sin Santo ni Contraseña, informulidad capaz de ocasionar una dislocación en el servicio, de no haberla yo prevenido en tiempo. Vuestra señoría me avisará en consecuencia sin pérdida de instantes si se ha cumplido o no mi citada resolución del día 15 en lo respectivo a los demás Cuerpos del Ejército.
Cuando en el oficio de esta data veo insistir a vuestra señoría en la misma separación que le reproché ayer; no puedo en verdad conciliar esta conducta con los principios que vuestra señoría proclama en el mismo oficio. Si el haberme vuestra señoría remitido sus Despachos, y ocurrido a mí oficialmente para que accediese a su separación omnímoda, fue producido por el conocimiento que manifiesta tener vuestra señoría de que en mi persona residía la autoridad representativa de la Patria, bastante para ejecutar aquella dimisión, debió vuestra señoría para proceder de acuerdo y con sucesiva consonancia haberse retraído de insistir en la separación, atendida mi respuesta decisiva de que no podía deferir a ella, o haber elevado su solicitud (caso de inculcar en esta) al Gobierno Superior de las Provincias Unidas, siguiendo el tenor expreso de mi prevención.
Yo reproduzco a vuestra señoría en esta parte mi oficio del día de ayer, con la circunstancia de ser este un asunto concluido, que no debe dar lugar a ulteriores discusiones.
Me dice vuestra señoría que ha salvado su Patria, y que esta es la lisonja más digna de su honor. Prescindiendo de la inconducencia de este recuerdo con el negocio de que se trata, yo por ahora no podré decir otro tanto, no porque desconozca los recomendables servicios que ha practicado vuestra señoría en obsequio de ella, sino porque creo que no está salvada aún, y porque preveo que no se salvará sin los esfuerzos unidos de todos sus hijos. El conseguir esa concurrencia simultánea, y dar una prudente dirección a La gran masa de recursos, que proporcionarán aquellos esfuerzos unidos, debe ser en verdad nuestra mayor vanagloria, y la lisonja más digna de nuestro honor. EL restituir a vuestros conciudadanos la tranquilidad de sus hogares, aliviar sus desgracias y mejorar su suerte son objetos dignos de la primera consideración del Gobierno de las Provincias Unidas. Si es evidentemente notorio que nunca los ha perdido de vista, no lo es menos, que ese mismo Gobierno es ciánico que se halla en posesión de los medios necesarios para conseguir los objetos preferentemente indicados.
No puedo acceder a la solicitud de vuestra señoría de pasar el Uruguay en la forma que me propone. Así que yo reúna los auxilios necesarios para marchar, y que esas Divisiones de Patriotas voluntarios se hayan arreglado del modo que exige el personal interés de los individuos que las componen, y el general del Estado, me moveré con todo el Ejército hasta las Murallas de Montevideo, donde se proporcionarán a vuestra señoría nuevas ocasiones de arrostrar peligros y adquirir laureles.
Últimamente no puedo dejar de poner en la consideración de vuestra señoría que el modo que no se malogren sus recomendables servicios es el que no se retraiga vuestra señoría de continuarlos. Nunca más que ahora reclama la Patria por el imperio de las circunstancias actuales. Esta se halla amenazada por todas partes de horribles maquinaciones, que tienen por objeto el exterminio total. Una combinada unidad de ideas y esfuerzos de todos sus hijos es la única áncora que puede libertarla de este naufragio político. Estas consideraciones deben aquietar el ánimo de vuestra señoría cuyo patriotismo interpela por mi boca la salud pública, para que contribuya conmigo a la consolidación de la obra grande, objeto de nuestros comunes desvelos,
Dios guarde a vuestra señoría muchos años Salto Chico, julio 17 de 1812.
Manuel de Sarratea - Al Señor Coronel don José Artigas.



JOSE ARTIGAS A MANUEL DE SARRATEA


AYUI, JULIO 18 DE 1812

Yo se muy bien, que el respeto a la autoridad representativa de la Patria no se califica sino con el puntual cumplimiento; las órdenes que emanan de ella. Me lisonjeo haber obrado siempre con arreglo a este principio, y no sé sobre qué cae la increpación que se sirve hacerme vuestra excelencia en oficio de ayer acerca de ello.
Si el reconocimiento de vuestra excelencia por General en Jefe no fue transmitido al Campo de Vanguardia, sólo ha podido ser porque creí a su jefe bastante militar, y que sin haberlo ya reconocido, no se abstendría de darme el Parte diario, ni de venir a buscar los Santos desde anteayer. Con esta fecha va ya la orden competente.
Dios guarde a vuestra excelencia muchos años
Ayuí, 18 de julio de 1812.
excelentísimo señor José Artigas. —Al excelentísimo señor don Manuel de Sarratea Representante Presidente y General en jefe.

jueves, 23 de mayo de 2013

Orígenes hispánicos de la Revolución de Mayo


por Pablo Yerman

Es casi un lugar común es­cu­char, a me­di­da que nos acer­ca­mos a un aniver­sa­rio de la Re­vo­lu­ción de Mayo, que aquel su­ce­so ha­bría pre­ten­di­do tras­la­dar hasta no­so­tros los prin­ci­pios de la Re­vo­lu­ción Fran­ce­sa de 1789, cual ga­ji­to de “igual­dad-li­ber­tad-fra­ter­ni­dad” que se pre­ten­día hacer bro­tar en otros si­tios so­me­ti­dos a crue­les ti­ra­nías. Como uno de los pa­dres es­pi­ri­tua­les del mo­vi­mien­to de Mayo se suele in­vo­car a Juan Ja­co­bo Rous­seau y cuan­to fi­ló­so­fo pac­tis­ta de fines del siglo XVIII apa­re­ce en es­ce­na.
La reali­dad de aque­llas jor­na­das, y fun­da­men­tal­men­te su do­cu­men­ta­ción, re­ba­te lo antes afir­ma­do. Nues­tro mo­vi­mien­to eman­ci­pa­dor no se fundó –dicho esto con el mayor res­pe­to- en los apo­teg­mas de la Re­vo­lu­ción Fran­ce­sa, sino en la teo­ría del ori­gen del poder ela­bo­ra­da más de dos si­glos antes por el sa­cer­do­te Fran­cis­co Suá­rez junto con sus co­le­gas y dis­cí­pu­los de la Es­cue­la de Sa­la­man­ca, alen­ta­da du­ran­te los reina­dos de Car­los I y Fe­li­pe II.
Como re­cuer­da Héc­tor Pe­tro­ce­lli: “[Ni] el pue­blo es­pa­ñol ni sus doc­tri­na­rios ad­mi­tie­ron nunca que el poder lo dis­cier­ne di­rec­ta­men­te Dios al so­be­rano, ni que el único papel a jugar por el pue­blo es obe­de­cer­lo cie­ga­men­te. Esto es de ori­gen fran­cés, de la época de Luis XIV, cuan­do el ab­so­lu­tis­mo fue sis­te­ma­ti­za­do por Bodin o Bos­suet, y de pro­ce­den­cia in­gle­sa, en tiem­pos de los Es­tuar­dos … Fue de la cul­tu­ra po­lí­ti­ca del pue­blo es­pa­ñol, que si el rey era rey, era por­que la co­mu­ni­dad así lo con­sen­tía.”
Así se en­tien­de mejor, en­ton­ces, que en la Fran­cia de los mo­nar­cas ab­so­lu­tis­tas hu­bie­ra su­fi­cien­tes mo­ti­vos para una re­vo­lu­ción, y que en cam­bio en los do­mi­nios es­pa­ño­les lo que hi­cie­se falta fuera, pa­ra­dó­ji­ca­men­te, ir al res­ca­te de una an­ti­gua con­cep­ción acer­ca del poder y la so­be­ra­nía.
Todo ello con­flui­ría en las jor­na­das de Mayo.

El ca­bil­do como reunión ve­ci­nal

Nues­tro ima­gi­na­rio co­lec­ti­vo ate­so­ra el re­cuer­do, a veces de modo di­fu­so, de las dis­cu­sio­nes ocu­rri­das du­ran­te el fa­mo­so Ca­bil­do Abier­to del 22 de mayo de 1810 que an­te­ce­dió al 25 de mayo y que, si se lo ana­li­za con de­te­ni­mien­to desde el punto de vista ins­ti­tu­cio­nal y po­lí­ti­co, fue in­clu­so el día más im­por­tan­te de aque­lla se­ma­na re­vo­lu­cio­na­ria.
El ca­bil­do era la en­ti­dad de go­bierno mu­ni­ci­pal exis­ten­te en estas tie­rras desde la lle­ga­da de los pri­me­ros es­pa­ño­les. Si algo había ca­rac­te­ri­za­do a los pri­me­ros ha­bi­tan­tes y luego, a sus hijos na­ci­dos en Amé­ri­ca, los crio­llos o “man­ce­bos de la tie­rra”, fue su pro­fun­do lo­ca­lis­mo y amor a la pro­pia tie­rra. Pre­ci­sa­men­te, esos sen­ti­mien­tos au­to­nó­mi­cos van a estar en parte re­pre­sen­ta­dos en el ca­bil­do, ins­ti­tu­ción que bajo el nom­bre de ayun­ta­mien­to o con­ce­jo había sur­gi­do en las duras jor­na­das de la re­con­quis­ta de la pe­nín­su­la his­pá­ni­ca a mano de los moros que la ha­bían in­va­di­do va­rios si­glos atrás.
Todos los ca­bil­dos con­ta­ban con dis­tin­tos tipos de fun­cio­na­rios que man­te­nían re­gu­lar­men­te reunio­nes en las que se de­ci­día sobre las más di­ver­sas me­di­das de go­bierno. Esas reunio­nes ha­bi­tua­les se lla­ma­ban “ce­rra­das” por­que en ellas par­ti­ci­pa­ban so­la­men­te los fun­cio­na­rios que in­te­gra­ban el cuer­po, sin pú­bli­co. Pero cuan­do el ca­bil­do debía tra­tar un asun­to de mucha im­por­tan­cia para la ciu­dad, se con­si­de­ra­ba que debía darse in­ter­ven­ción al ve­cin­da­rio, es decir, a los ve­ci­nos de la ciu­dad (aun­que cabe acla­rar que no todo re­si­den­te de la ciu­dad era au­to­má­ti­ca­men­te ve­cino), y por lo tanto se in­vi­ta­ba a par­ti­ci­par de un ca­bil­do “abier­to”.
Esto fue lo que su­ce­dió en mayo de 1810: ante la gra­ve­dad del tema con­vo­can­te, es decir, el cau­ti­ve­rio del rey y la po­si­ble au­sen­cia del go­bierno cen­tral en Es­pa­ña, el Ca­bil­do de Bue­nos Aires, ca­pi­tal del vi­rrei­na­to y lugar de re­si­den­cia de la má­xi­ma au­to­ri­dad co­lo­nial de en­ton­ces, el vi­rrey, de­ci­dió lla­mar a un ca­bil­do abier­to o con­gre­so ve­ci­nal, como tam­bién se lo llamó.
Una de las pri­me­ras di­fe­ren­cias entre el vi­rrey, Bal­ta­sar Hi­dal­go de Cis­ne­ros, y el Ca­bil­do, tuvo que ver con la can­ti­dad de in­vi­ta­cio­nes que se iban a im­pri­mir y a en­viar: según el vi­rrey había que man­dar in­vi­ta­cio­nes a apro­xi­ma­da­men­te 3.000 ve­ci­nos. En cam­bio, el Ca­bil­do pen­sa­ba dis­tin­to y mandó im­pri­mir al­re­de­dor de 600 es­que­las. No obs­tan­te, y a pesar de lo que pueda su­po­ner­se, hubo un cier­to de­sin­te­rés por con­cu­rrir a la reunión ex­tra­or­di­na­ria ya que asis­tie­ron, o al menos vo­ta­ron, 251 ve­ci­nos. Es decir, menos de la mitad de quie­nes ha­bían re­ci­bi­do in­vi­ta­ción.

Reinos de In­dias o sim­ples co­lo­nias

En el in­te­rior del edi­fi­cio del Ca­bil­do la dis­cu­sión se cen­tró en es­ta­ble­cer si ha­bien­do des­a­pa­re­ci­do el go­bierno es­pa­ñol re­si­den­te en la pe­nín­su­la tam­bién había ce­sa­do la au­to­ri­dad del vi­rrey Cis­ne­ros. Los pri­me­ros en tomar la pa­la­bra te­nían com­pro­mi­sos con Cis­ne­ros, o in­clu­so es­ta­ban con­ven­ci­dos de que su au­to­ri­dad no había con­clui­do.
Luego tomó in­ter­ven­ción Juan José Cas­te­lli. Aún hoy ad­mi­ra su dis­cur­so, que pa­re­ció res­ca­tar la vieja y ofi­cial­men­te ol­vi­da­da vi­sión es­pa­ño­la de Amé­ri­ca, vi­gen­te de 1500 a 1700 mien­tras la casa de los Aus­tria o Habs­bur­go go­ber­nó en Es­pa­ña, pero aban­do­na­da adre­de al ac­ce­der la fa­mi­lia de los Bor­bo­nes al trono es­pa­ñol. Ex­pre­só que los Reinos de In­dias no eran co­lo­nias del Es­ta­do Es­pa­ñol, sino que en sus mis­mos orí­ge­nes, mucho antes de 1810, ha­bían sido in­cor­po­ra­dos a la Co­ro­na de Cas­ti­lla, pero como po­se­sión per­so­nal del Rey y, en con­se­cuen­cia, en caso de au­sen­cia del mo­nar­ca, po­dían darse a sí mis­mos un go­bierno au­tó­no­mo.
Y lo más im­por­tan­te, re­cor­dó la vieja teo­ría de Fran­cis­co Suá­rez acer­ca del ori­gen del poder po­lí­ti­co con­for­me lo dicho más arri­ba.
La in­ter­ven­ción de Cas­te­lli en el Ca­bil­do Abier­to sus­ci­ta el agudo co­men­ta­rio de Vi­cen­te Sie­rra: “La po­si­ción de Ca­te­lli fue ne­ta­men­te le­ga­lis­ta, si bien la re­vo­lu­ción es­ta­ba im­plí­ci­ta en sus pa­la­bras, como lo es­tu­vo en la for­ma­ción de las Jun­tas de Es­pa­ña en 1808, pues en ambos casos se afir­ma­ron nor­mas ju­rí­di­cas tra­di­cio­na­les que se opo­nían a los prin­ci­pios del ab­so­lu­tis­mo bor­bó­ni­co. Ésta es la cues­tión esen­cial del 22 de mayo de 1810, como lo había sido la de los al­za­mien­tos jun­tis­tas de las pro­vin­cias de Es­pa­ña. Se pro­cla­mó que la so­be­ra­nía habia re­ver­ti­do sobre el pue­blo desde el mo­men­to que había des­a­pa­re­ci­do quien la po­seía le­gí­ti­ma­men­te, o sea, se afir­mó un prin­ci­pio que venía del Fuero Juzgo y que jus­ti­fi­ca lo que dice el his­to­ria­dor in­glés J.M. Carly­le, de que toda li­ber­tad pro­vie­ne del Me­dioe­vo.”
Vol­vien­do al de­ba­te de aquél Ca­bil­do Abier­to, tras la ora­to­ria im­pe­ca­ble del abo­ga­do Cas­te­lli, tocó el turno de hacer uso de la pa­la­bra al Fis­cal de la Real Au­dien­cia, Ma­nuel Vi­llo­ta, quien si bien coin­ci­dió con lo afir­ma­do por Cas­te­lli, vino a poner el dedo en la llaga con una va­rian­te im­por­tan­tí­si­ma en los años ve­ni­de­ros, al afir­mar que el Ca­bil­do de Bue­nos Aires era un ente mu­ni­ci­pal que no tenía ju­ris­dic­ción sobre todo el Vi­rrei­na­to y en con­se­cuen­cia, si el poder re­tro­ver­tía en todo el Pue­blo, debía co­no­cer­se la opi­nión del resto de los pue­blos del in­te­rior, a quie­nes debía in­vi­tar­se a man­dar dipu­tados a Bue­nos Aires.
Le re­tru­có Juan José Paso, quien dijo que efec­ti­va­men­te había que in­vi­tar a los pue­blos a que die­ran su opi­nión, pero como eso lle­va­ría meses, pro­vi­so­ria­men­te debía ser Bue­nos Aires quien asu­mie­ra, en la ur­gen­cia que se vivía, el go­bierno a tra­vés de una Junta Pro­vi­so­ria. Sus pa­la­bras fue­ron ce­rra­das con una gran ova­ción de todos los pre­sen­tes, in­clu­so por la gente con­gre­ga­da en la plaza.
Debe te­ner­se en cuen­ta que como la se­sión se ex­ten­dió de­ma­sia­do, hacía frío y la reunión se desa­rro­lló en la ga­le­ría ex­ter­na que daba a la plaza, al­gu­nos in­vi­ta­dos se fue­ron antes de la vo­ta­ción. Por eso los re­sul­ta­dos fue­ron: 161 votos por la des­ti­tu­ción del vi­rrey y por­que el Ca­bil­do eli­gie­ra una Junta de Go­bierno;  54 votos por que el vi­rrey con­ti­nua­ra en el ejer­ci­cio; 21 per­so­nas in­vi­ta­das y re­gis­tra­das se re­ti­ra­ron sin votar. La vo­ta­ción ter­mi­nó al­re­de­dor de las doce de la noche.
Pero to­da­vía no es­ta­ba dicha la úl­ti­ma pa­la­bra y ha­bría que es­pe­rar otros tres días hasta el 25 de mayo, pero lo cier­to es que atri­buir orí­ge­nes fran­ce­ses a la Re­vo­lu­ción de Mayo es, como diría un amigo, “más falso que guión de la pe­lí­cu­la Ágora”.

fuente:MovCondor

sábado, 11 de mayo de 2013

Palabras del Presidente de la República en el acto de Inauguración del "Museo de la Solidaridad" en Quinta Normal


por Salvador Allende

" Señoras, estimados compañeros: Mario Pedrosa, Pedro Miras y José Balmes. Señores Embajadores, representantes de países amigos. Señores Delegados a la Tercera UNCTAD. Autoridades civiles, militares y eclesiásticas."
" Muy estimadas compañeras y estimados compañeros:"
" Es para mí un honor, muy significativo, recibir a nombre del pueblo de Chile estas muestras, estos cuadros, estas obras que nos envían, como expresión solidaria, artistas de los distintos continentes. "
" Quiero destacar que en la profundidad de las palabras y en la belleza de la forma, como corresponde a un artista, el compañero Mario Pedrosa, ha señalado que éste es el único museo de mundo que tiene un origen y contenido de tan profundo alcance. "
" Es la expresión solidaria de hombres de distintos pueblos y razas que, a pesar de la distancia, entregan su capacidad creadora, sin reticencias, al pueblo de Chile, en esta creadora de su lucha. Y lo hacen en los momentos en que también mi Patria es distinguida al señalársele como el lugar para que se reúnan representantes de 141 países en la Tercera Conferencia de Comercio y Desarrollo. "
" No sólo el pueblo de Chile, sino nuestros visitantes comprenderán, como comprendemos todos, lo que representa para nosotros este estímulo, esta expresión fraterna, esta manifestación comprensiva de los artistas del mundo. "
" Comprendo, perfectamente bien, que no puede dar sencillamente las gracias, aunque esta palabra tiene un contenido tan profundo que podría con ella expresar mis sentimientos y los sentimientos agradecidos de los trabajadores chilenos. "
" Pero siempre entendí el contenido, el alcance y la significación que han tenido y tendrán estas demostraciones de los creadores de la belleza, de los plasmadores de la inquietud, en sus telas, en sus estatuas, en sus obras.
" Y, es por ello que el 1° de Mayo, en un acto de masas de honda importancia para nosotros, cuando se congregaban los trabajadores de Chile, para rememorar a aquellos que cayeron para hacer posible - entre otras cosas - que los nuestros se reunieran siendo Gobierno, anuncié que se iba a inaugurar este Museo de la Solidaridad y leí los nombres de aquellos que estimé, representaban, no por jerarquía tan sólo, de sus condiciones de creadores, sino por haber sido los primeros, los nombres - repito - de aquellos que enviaron al Comité de Solidaridad, con más premura, su expresión de afecto a nuestro pueblo y a nuestros trabajadores. "
" Hoy, quiero, no cumpliendo ritualmente, y en forma protocolar, sino porque estimo que es justo hacerlo, recordar aquí al comité que integraban Louis Aragón, Jean Lamarie, Rafael Alberti, Carlo Levi, Aldo Pellegrini, Mariano Rodríguez y José María Moreno Galván."
" Quiero destacar a aquellos que como Mario Pedrosa y Danilo Tréllez fueron los representantes de nuestros artistas para coordinar la entrega y a los compañeros José Balmes y Miguel Rojas y, además, al Decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, Pedro Miras Contreras, quienes también con su ascendiente, sus vínculos, con sus contactos han hecho posible la materialización de los que hoy día podemos contemplar. "
" ¡Qué bien lo ha expresado el compañero Pedrosa! : este no será un Museo más. Este debe ser el Museo de los Trabajadores, porque para ellos fue donado y cuando el Gobierno Popular que presido, luchó, porque así fue, para que la UNCTAD III pudiera realizarse en Chile, cuando el espíritu de UNCTAD, por así decirlo, sacudió a nuestro pueblo y se hizo posible lo que muchos no creyeron, que íbamos a materializar la construcción de la placa y de la torre que ha servido de edificio material para los delegados de tantos países, entonces, avizoramos lo que será mañana esa torre y lo que será mañana esa placa. "
" Queremos que esa torre sea entregada, y así lo propondré, a las mujeres y a los niños chilenos, y queremos que esa placa sea la base material del gran Instituto Nacional dela Cultura y, dónde mejor que allí estarán estos cuadros, estas telas y estas obras. "
" Allá donde van a ir los trabajadores entendiendo que aquí, en una nueva concepción de los derechos del hombre, y trabajando fundamentalmente para el hombre, poniendo la economía a su servicio, queremos que la cultura no sea el patrimonio de una élite, sino que a ella tengan acceso -y legítimo- las grandes masas pretéridas y postergadas hasta ahora, fundamentalmente, los trabajadores de la tierra, de la usina, de las empresas o el litoral. "
" Por eso, compañero Pedrosa, yo le aseguro a usted que este Museo no se va a desmembrar, que este Museo se mantendrá en su integridad y creo que sus palabras señalan también, la posibilidad que se amplíe, no porque nosotros lo pidamos, sino porque, seguramente, muchos artistas que no tuvieron oportuna
información o tiempo necesario, harán la entrega generosa que usted mismo nos ha anunciado ya, para acrecentar este patrimonio que desde ahora y por mandato de los artistas progresistas del mundo integra el patrimonio cultural del pueblo de Chile. "
" Quiero, finalmente, señalar que en un hombre, que por sus años, por su prestancia y por su vida, merece que en él exprese mi reconocimiento a los artistas progresistas del mundo, me refiero a Joan Miró, al maestro, o a don Joan, como lo llaman los que así tienen derecho a hacerlo. "
" El quiso, no entregar un cuadro de los muchos o de los pocos que tiene en su casa, o en su galería de trabajo, él quiso crear algo para Chile. Fue más generoso aún, él puso su inteligencia, sus pinceles, su mente a trabajar para materializar este gallo, que como ha dicho el compañero Pedrosa: "canta una nueva alborada" a una nueva alborada, que es una vida distinta, en un país dependiente que rompe las amarras para derrotar el subdesarrollo y con ello la ignorancia, la miseria, la incultura, la enfermedad. "
" En Joan Miró, anciano respetado y respetable, pintor sin fronteras rindo el homenaje agradecido del pueblo de Chile, por la actitud de tantos y tantos que han comprendido lo que aquí hecemos, las metas que queremos alcanzar, nuestra dura lucha, frente a intereses poderosos - nacionales y extranjeros - que quisieran que el pueblo siguiera aherrojado y al margen de la instrucción y la cultura. "
" Este Museo será la expresión del estímulo más hondo que sentirán desde más cerca los trabajadores. Y yo puedo decirles que el pueblo de Chile hace suyas las palabras del gran poeta nuestro, Pablo Neruda, cuando pensamos que en el mundo no debe haber fronteras y cuando él dice que "su casa sin puertas es la
tierra, y las estrellas del mundo son su patria". "